La verja de la cloaca romana de la puerta del Sol lleva meses caída

J. Monroy | TOLEDO
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Manuel Palencia denuncia la situación a través de las redes sociales, y deja patente el peligro si algún menor intenta entrar en este espacio

La verja de la cloaca romana de la puerta del Sol lleva meses caída - Foto: Víctor Ballesteros

Otra vez las redes sociales vuelven a alertar sobre un peligro para el patrimonio toledano. En este caso, se trata de la cloaca romana que viene a desembocar a la altura de la puerta del Sol. El responsable de la empresa Cuéntame Toledo, Manuel Palencia, ha denunciado a través del Museo Arqueológico Virtual de Toledo (Mavit) que la verja que impedía la entrada por estos restos romanos lleva meses «desvencijada» y caída en el suelo, en el interior del inicio de la alcantarilla.

Palencia explica que en estos momentos la reja yace «arrancada y caída» en el interior del espacio romano. No es la primera vez que ocurre. En otras ocasiones también se ha repuesto y ha vuelto a aparecer desprendida, lo que lleva a pensar al historiador que sea algo buscado adrede «y se utiliza este sitio para algo». Fue durante una de sus rutas turísticas cuando se dio cuenta de lo ocurrido, y de forma inmediata lo denunció por las redes sociales. A partir de ahí, espera que las administraciones competentes tomen nota.

La cloaca de origen romano, por la que todavía chorrea agua en momentos de lluvia, se eleva unos metros sobre la desembocadura de la calle del Cristo de la Luz. Para acceder a ella, habría que escalar unos metros, o desprenderse desde la puerta de Balmardón. Una vez ahí, tiene una forma de bocana, superior al metro de altura.

Temores. Palencia advierte que el hecho de que la verja esté caída es peligroso «porque se presta a que la gente vea que está abierto y quiera subir a entrar, porque si ven la reja ya no suben». Su temer es que pueda entrar cualquier niño «y pase algo». La alcantarilla se extiende por espacio de diez metros y termina en el brocal de pozo que existe junto a la mezquita del Cristo de la Luz.

La Consejería de Cultura, responsable en Patrimonio en la región, advierte que el propietario de estos restos es el Ministerio de Cultura, y en consecuencia debería ser este el que tomara cartas en el asunto. El problema es que si no tiene una denuncia directa, el Ministerio no suele hacer caso a las quejas particulares a través de las redes sociales.