«La situación política española es muy tormentosa"

M. G.
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El teniente general César Muro, jubilado actualmente, vuelve a revivir su paso por la Academia de Infantería de Toledo, que dirigió durante tres años, aunque esta vez el motivo sea la entrega del galardón Gran Capitán.

«La situación política española es muy tormentosa" - Foto: Yolanda Redondo

Un premio merecido y llega en un buen momento. El teniente general César Muro, jubilado actualmente, vuelve a revivir su paso por la Academia de Infantería de Toledo, que dirigió durante tres años, aunque esta vez el motivo sea la entrega del galardón Gran Capitán. El militar toledano, nacido en Talavera de la Reina, disfruta ahora del tiempo libre que no ha tenido a lo largo de su trayectoria profesional. Los viajes, los paseos y la literatura ocupan buena parte de su día a día.

Muro conoce muy bien el ejército, donde ingresó en 1970. Ha tenido la oportunidad de estar en  la Brigada Paracaidista, en el Estado Mayor de la Fuerza de Acción Rápida, en la Dirección de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento y Evaluación, y en la Guardia Real. Tras estos cargos recaló en la Academia de Infantería de Toledo entre 2005 y 2008, pasó a la Comandancia General de Melilla, fue jefe del Mando de Canarias y jefe de la Unidad Militar de Emergencias.

Le han concedido el premio Gran Capitán, el galardón más importante de Infantería. ¿Qué significa para usted?

Es una gran satisfacción. Es un premio que se entrega cada cinco años y, sobre todo, lo que me alegra es que lo dan las bases, es decir, el premio no viene de los superiores, sino de toda la infantería. Así que el reconocimiento es mucho más importante.

Y recibirlo en la Academia de Infantería de Toledo, que dirigió usted durante tres años, también será especial.

Claro, por supuesto. Además, soy toledano y se unen una serie de aspectos de carácter sentimental que influyen también.

La Junta calificadora de este premio decidió otorgárselo «por su excepcional trayectoria, marcada por la excelencia, el servicio y la lealtad a España». Imagino que se siente identificado con estos motivos.

Sí, claro, pero nos identificamos con ello todos los militares, no únicamente yo.

Respecto al peso del ejército español actualmente, un informe reciente de Global Firepower Index apunta que España ocupa el puesto número 19 de los ejércitos más poderosos del mundo, teniendo en cuenta que se ha analizado a 136 países. ¿Es un buen puesto?

De entrada desconozco el ranking porque estoy muy apartado del tema de la defensa. Imagino que España figurará en las estadísticas al mismo nivel que el poder económico, comercial y exportador. Aunque hay que reconocer que siempre ha estado un poco por debajo en Europa en relación a los ejércitos que son de su nivel, pero no me atrevo a hacer ningún juicio.

Recientemente EEUU ha aconsejado al Gobierno de España que incremente el gasto militar, una postura que también se comparte desde la OTAN. ¿No se invierte lo suficiente en Defensa?

No. Y lo puedo decir rotundamente. Se invierte poco, pero no es un problema de ahora. Se invierte poco desde hace aproximadamente quince años y lleva a un empobrecimiento cada vez mayor de las instalaciones, los materiales, etc. Hay que ponerse al nivel del resto de los países y hacerlo como corresponda en el presupuesto nacional.

¿En qué otros ejércitos puede mirarse el español para continuar avanzando?

Nosotros siempre tenemos unos ejércitos de referencia, los de nuestro entorno, en concreto, Francia, Inglaterra, Alemania e Italia. Y ahora también Polonia. En mi época de actividad plena eran los de referencia y nos servían para tomar iniciativas relativas a la adquisición de armamento y otras actividades.

Hay otro problema a nivel laboral en el ejército que no tiene mucha solución todavía, el cese del servicio de los militares de más de 45 años, ya que los afectados encuentran dificultades para reengancharse laboralmente. ¿Se podría hacer algo para mejorar la situación?

No lo sé. Esta ley de reclutamiento del ejército lleva mucho tiempo implantada, cuando el ministro Bono estaba en Defensa, y vino a solucionar un gran problema que había, pero obviamente de cara al individuo, por el hecho de saber que con 45 años deja de prestar servicio, es dañino, pero es una circunstancia que saben todos cuando entran. También que les queda de por vida después unos 600 euros, pero lo cierto es que es duro saber que al cumplir ciertos años la profesión te va a dejar a un lado.

Sin embargo, hay gente dentro del ejército que promociona y llega a los 65 años, pero es obvio que no podemos tener un ejército con soldado de más de 45 años porque se envejecería en demasía. Se trata de la cultura general de los ejércitos profesionales europeos y americanos. Hay que hacerse a ello, al igual que ocurre con los que nos jubilamos a los 65 años,  tenemos que mentalizarnos y saber que hay que buscarse otra forma de vivir.

Aun así, los 45 años es una edad muy mala, así que hay que ir preparándose antes para ese momento. Además, sé que Defensa imparte cursos para esa readaptación, aunque estoy ya un poco alejado de todo ello.

¿Le preocupa la situación política actual?

Como a todo español. En España  todos tenemos cierta preocupación política.

¿Y lo que está ocurriendo en Cataluña con su lucha a favor del independentismo?

Obviamente. Es el principal problema que cualquier español tiene que tener en cuenta. El tema de los separatismos, el terrorismo y los problemas de convivencia que afectan tanto a la sociedad preocupan.

Y este conflicto está provocando además un incremento en el alistamiento a las Fuerzas Armadas.

No lo sé, pero creo que el número de alistamientos suele estar más unido a la posibilidad de encontrar trabajo en el ámbito del mercado laboral. Sé que cuando la crisis debíamos estar en los números más altos de reclutamiento, pero no veo que esté ligado a la situación política del país.

¿Entiende lo que ha ocurrido en las recientes elecciones andaluzas con el auge de Vox, un partido calificado de extrema derecha?

No me preocupa de una manera puntual nada, me preocupa todo de una manera global. La situación española es muy tormentosa desde el punto de vista política.

Sobre la situación política de Andalucía, unos dicen que se veía venir, otros que no. Estoy pendiente de ver análisis y de que los creadores de opinión -los periodistas- afinen el lápiz y nos digan a los ciudadanos de a pie que es lo que ha ocurrido en Andalucía y en España en este sentido. Es como todo, la aparición de nuevos partidos crea otras expectativas y movimientos que no estaban previstos de antemano.

¿Cómo está cambiando el ámbito militar por las nuevas tecnologías?

Las nuevas tecnologías se abren más paso en la sociedad civil y por ende en las Fuerzas Armadas. En relación al material, está claro que sufre una  continua evolución porque se queda anticuado enseguida. Hay que estar al día y cada día tenemos un ejército más tecnificado y robotizado en busca de la mayor excelencia economizando los recursos humanos, algo a lo que tienden todos los ejércitos. Por tanto, las nuevas tecnologías tienen una influencia importante en el futuro de las Fuerzas Armadas.

¿Cómo es la vida de César Muro en la actualidad, ya jubilado?

Me gusta pasear, viajo y disfruto del tiempo que no tuve cuando estaba en activo. También escribo novelas históricas como hobbie.

Ha publicado dos novelas de una trilogía relacionada con el ámbito militar,  ‘Infantes sin leyenda’ e ‘Infantes con leyenda’, ¿Cuándo estará disponible la tercera entrega?

Estoy escribiéndola ahora.

¿Cuándo comenzó a escribir?

Siempre me ha gustado mucho leer y soy un gran lector de novela histórica y de historia, así que era una asignatura pendiente. Y conforme fue llegando la jubilación empecé a realizar cursos de relato por correspondencia y a dedicarme a investigar temas históricos.

¿Se animará algún día a escribir una novela en la que no figure un contexto militar?

Sí. Las dos novelas escritas son de infantería y la tercera es algo futurista, lo que ocurriría dentro de diez años en una misión internacional. Estoy dispuesto, ya que todas estas novelas no son exclusivamente militares aunque guarden relación con la historia militar de España. En ellas también hay amor, odio  y relaciones humanas, como en cualquier novela.

¿Tiene ya en mente algún otro proyecto literario?

Sí. Siempre tengo demasiados proyectos. Seguramente, la siguiente novela va a coincidir con el momento álgido de la guerra de Marruecos y es probable que la centre en los cadetes de primeros de siglo XX en Toledo y su salida hacia África.