El consejero de Educación, Ángel Felpeto, pidió ayer al Ministerio más financiación para la Formación Profesional ya que, según confesó, hay actualmente «importantes carencias» sobre todo en los equipamientos «obsoletos» con los que estudian los alumnos de nuestra comunidad. En este sentido, ayer mismo el Consejo de Gobierno aprobó una partida de 20 millones de euros que irán destinados precisamente a la adquisición de equipos informáticos y equipamientos para los talleres de FP.

«Tenemos equipamientos obsoletos, hay que reconocerlo y saberlo», afirmó Felpeto en Madrid durante el transcurso de una jornada sobre Formación Profesional organizada por el Ministerio, que fue inaugurada por el presidente del Gobierno y que contó con la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, y con la de Trabajo, Magdalena Valerio. Esos 20 millones de euros aprobados por el Consejo de Gobierno dentro del III Plan de Formación Profesional 2018-2022 del Gobierno regional.

Y es que, según dijo, en la oferta de Formación Profesional relativa al sector industrial, como puede ser electricidad, mecánica, automoción y metal, entre otras materias, «no tenemos los equipamientos adecuados». Según dijo, hoy día contar con maquinaria y equipos modernos es más importante que nunca, ya que «vamos hacia la robótica» y es necesario «tener al día» las herramientas con los que impartir la formación a los alumnos, que en las empresas que los pueden contratar «se van a encontrar otro tipo de recursos materiales» para trabajar.

En este sentido afirmó que corresponde al Ministerio de Educación «dar un paso» adelante en lo relativo a la modernización material de la FP con programas de cooperación territorial que junto a los Fondos Estructurales de la UE son las dos principales fuentes de financiación. Además, Felpeto reivindicó como «tercer pilar» de la FP a las empresas, de manera especial en lo relativo a la FP Dual. En ese tipo de formación, dijo, «el equipamiento lo ponen las empresas» ya que de otra manera sería imposible contar con él. Así, por ejemplo, añadió al respecto, la Consejería de Educación «no puede tener una bodega» donde los estudiantes aprendan todo lo relacionado con la elaboración del vino.

En cuanto a la oferta formativa, el consejero de Educación tiene claro que las «familias profesionales» deben guardar relación con el tejido productivo de la región, de tal manera que la comunidad educativa y la empresa deben ir «cogidas de la mano» en este asunto. En este sentido destacó cómo se debe potenciar la FP relacionada con el patrimonio cultural y el turismo en su más amplio sentido.

«La gastronomía es algo que ahora mismo es puntero», explicó, de tal modo que en todos los ciclos formativos relacionados con hostelería y turismo «tiene una inserción profesional enormemente importante que en muchos casos roza el cien por cien».