El equipo directivo de Cáritas Diocesana de Toledo ha acompañado al administrador parroquial de Albarreal del Tajo, don Federico Vega Ramos, y al grupo de voluntarias en la inauguración de una nueva Cáritas Parroquial. Así se recoge en un comunicado de esta ONG de la Iglesia.

Desde este mes de febrero está prestando servicio y acompañando a las familias más necesitadas Cáritas Parroquial de Albarreal del Tajo. Esta agrupación es la número 145 de las que forman Cáritas en la Archidiócesis de Toledo.

Cáritas Parroquial de Albarreal del Tajo está formado por siete voluntarias, que junto a don Federico Vega Ramos, darán apoyo y asistencia a ocho familias de la localidad, que anteriormente eran atendidas en Gerindote.

El director de Cáritas Diocesana, Antonio Espíldora, dio las gracias al grupo de voluntarias que forman parte de la gran familia de Cáritas, «porque gracias a los voluntarios podemos llegar a más personas, atenderlas, acompañarlas y estar a su lado». Asimismo destacó que la red de Cáritas Parroquiales, con más de 2.180 voluntarios y voluntarias, constituye la red de ayuda más extensa y cercana de apoyo a las personas más necesitadas de la Archidiócesis.

Las Cáritas Parroquiales no se limitan sólo a dar respuesta a las principales demandas de los ciudadanos, como alimentación, vivienda o acceso al empleo. Su tarea consiste en hacerse cercana a las personas, reivindicar su dignidad y buscar con ellos respuestas a sus necesidades y descubrir sus potencialidades.

Miles de beneficiarios.

A lo largo del año pasado, según el balance anual de la organización, han sido muchos los proyectos e iniciativas que Cáritas Diocesana ha impulsado. Estos proyectos han permitido atender a unas 15.000 personas directamente y 41.000 beneficiarios; una cifra similar a la de 2014. En este sentido se han fomentado los programas de empleo, economía social, de inclusión social, infancia, mujer y vivienda.