Los 629 inmigrantes y refugiados que están en el buque Aquarius desembarcarán en el puerto de Valencia este sábado a bordo de tres embarcaciones y, a partir de ese momento, el Ministerio del Interior empezará el procedimiento para identificarles, puesto que según explicó ayer la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se dará preferencia a los 123 niños que viajan en el barco en el momento de buscarles ubicación y se tiene previsto que los más pequeños se queden en Valencia al precisar atención más específica.

«Intentaremos hacerlo de la mejor manera posible para que los niños que vengan en núcleos familiares se mantenga unidos y los más pequeños permanezcan en Valencia», declaró Calvo, quien aseguró haber hablado con el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, para ultimar la atención a los ocupantes de la embarcación por parte de la sanidad de la Comunidad Valenciana.

Una vez en España, Calvo reiteró que será el Ministerio del Interior quien se ocupe de ver la condición de cada uno de los migrantes. No obstante la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, afirmó que el Gobierno concederá el estatus de refugiado y de personas en acogida a todos los migrantes dada la situación «de emergencia y excepcionalidad».

 El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) España, por su parte, ha puesto a disposición del Gobierno todos sus recursos y equipos de expertos en materia de asilo y refugio para facilitar el proceso de identificación de los migrantes.

 Para ACNUR es necesario que en el proceso de identificación la perspectiva de protección internacional y asilo «esté presente y cubierta». Asimismo, sostiene que hay que «asegurar» la derivación al procedimiento de asilo de todos los que sean posibles refugiados entre los más de 600 migrantes que desembarcarán en Valencia.