Ya se ha convertido en tradición visitar en la localidad toledana de Yepes el belén de José Loeches, inspirado en su conjunto histórico-artístico. Un año más, y ya van cuatro, se puede ver cómo la vida que podía tener la ciudad palestina de la época, se integra dentro de la yepera.

A primera vista, se puede diferenciar el pueblo del campo, con sus sitios más característicos. La monumental plaza Mayor es lo que mejor se distingue, flanqueada por la colegiata San Benito Abad y el Palacio Arzobispal, conocido como edificio de las Buhardillas. Enfrente queda el Ayuntamiento, del mismo estilo que el resto de la plaza, que hace las veces de Palacio de Herodes y su séquito de soldados.

Callejeando se encuentran las cuatro puertas que hoy en día se conservan del recinto amurallado: la Puerta de la Villa, o arco de San Cristóbal, con la inconfundible vista de la Picota o Rollo de Justicia al fondo; el Arco de San Miguel; la Puerta de Toledo, con la imagen de la Virgen del Carmen, a la que reza santa Teresa; y el Arco de la Lechuguina, que mira hacia las conocidas Cruces, vía crucis que se mantiene en el municipio.

El belén tiene lugares inconfundibles como la plaza Mayor, con el Ayuntamiento, el edificio de las Buhardillas y la colegiata San Benito Abad. - Foto: La TribunaAdemás, hay que reseñar que la Virgen María ha dado a luz dentro de los portales de la ermita de la Concepción, otra parada obligada, y el niño Jesús está arropado por San José y el buey y la mula, al que llevan regalos los Reyes Magos y los pastores. Por último, no hay que olvidar uno de los dos torreones mudéjares y la conocida Cruz Verde.