«Queremos dar una respuesta que de verdad atienda a las necesidades, mejorando también la gestión y tramitación, dando una respuesta rápida, con una información veraz que les tranquilice y que vean que estamos pensando en lo que ellos necesitan». Así de contundente se muestra la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, sobre las líneas de actuación que se van a llevar a cabo desde su cartera para paliar la larga lista de espera de dependencia y los nuevos requerimientos de atención a personas con grado 1.
Y es que, según el Observatorio de la Dependencia, la región muestra una situación más que preocupante, perdiendo un importante número de personas atendidas. «Sólo se han atendido a nuevos dependientes en la medida en la que se han producido bajas», recalca Sánchez, aludiendo a los fallecidos durante el proceso de valoración o asignación. «Es verdad que con el tiempo ha habido un retroceso en el número de personas beneficiarias», confiesa. Y en esta línea recalca que desde el ejecutivo se han doblado esfuerzos para conocer «qué prestaciones tenemos disponibles para dar respuesta a todos los expedientes, es un problema sobre el que estamos trabajando».
El itinerario para poder revertir los datos lo marca la consejera desde la base, desde los servicios sociales básicos «en los que se ha perdido mucho personal, cuando son la atención directa al ciudadano»;dice que estos profesionales deben ser «el primer nivel, más en una provincia como Toledo con tantas poblaciones pequeñas, porque son ellos los que comienzan a informar y a tramitar cualquier solicitud de dependencia o discapacidad que tenga el ciudadano».
El segundo recurso que Sánchez alude a potenciar son los servicios de dependencia de la dirección provincial. «Si tenemos que acometer todas las solicitudes, sumando las de grado 1 y sin dejar de atender a los de grado 2 y 3, con los mismos recursos personales es muy difícil gestionar y dar respuesta a todas estas solicitudes, y son personas necesitadas». Por ello, y en un tercer paso, recalca que es el momento de estudiar y prever «qué prestaciones ofrecer a los solicitantes; ahora tenemos que hacer una valoración para poder ofrecer prestación a todas estas nuevas solicitudes».
Y es aquí donde la Consejería depende de las nuevas cuentas regionales, de los presupuestos de la comunidad autónoma, que en estos momentos están en fase de configuración y donde, adelanta Sánchez, se va a trabajar por poder dotar económicamente no sólo la bolsa de las prestaciones, sino también la posibilidad de ampliar los recursos humanos para dar salida a las valoraciones pendientes. «Es un compromiso paulatino, no podemos ajustar ahora más datos de previsiones pero nos comprometemos a solucionar en la mayor brevedad posible todo lo que hay pendiente».
asociaciones. Aurelia Sánchez ya ha mantenido encuentros con la Plataforma de la Dependencia, que ha calificado de positivos, y gracias a los cuales «estamos colaborando mano a mano, de forma muy cercana ya que va a tener voz en toda la tramitación del marco jurídico». Para la consejera la labor de las entidades socio-sanitarias va a ser fundamental en el proceso de creación de una nueva normativa y en la agilización de las valoraciones. «En muchas ocasiones son ellos los que están dando la prestación, sobre todo en grados moderados, y están siendo de mucha utilidad. Son imprescindibles para poder sacar adelante toda la gestión de la dependencia, para valorar y para ayudar a resolver la situación», concluyó.