La Asociación de Vecinos ‘La Verdad’ de San Antón no ve actividad en la obra del Quixote CREA. Durante unas semanas, explica el presidente vecinal, Tomás Ruiz, daba la impresión de que los trabajadores que allí acudían sólo recogían o hacían inventario. Y ahora, los vecinos no observan más presencia que la del guarda de las instalaciones.
Todo ello viene a unirse, apunta Ruiz, a la desaparición de la pancarta en la que se anunciaba la UTE de empresas encargadas de la actuación, formada por el Grupo Arquinver y Exisa SA. Y también que se ha tachado el nombre del cartel que allí queda. Consultada por este diario, la UTE se remite a Gicaman, empresa pública de la Junta, responsable de esta obra, que hasta el momento no ha dado explicaciones sobre la situación actual del Quixote CREA.
Problemas urbanísticos. La Asociación de Vecinos ya ha pedido información en alguna Junta de Distrito sobre el estado de la obra, e insistirá en su próxima reunión con el concejal de Urbanismo, Javier Nicolás. Porque aunque el Ayuntamiento no es el responsable de la actuación, explica Ruiz, sí que es parte interesada de la misma. No el vano, recuerda el portavoz vecinal, en esta zona se tienen que desarrollar todos los espacios dotacionales y verdes pendientes de todo el PERI de San Lázaro, cuyo desarrollo comenzó hace más de una década, sólo con la construcción de viviendas y la promesa de los parques e infraestructuras que exige la ley en este nuevo desarrollo. Son espacios, explica Ruiz, que con la obra en marcha no se pueden disfrutar, pero que en el caso de que se produzca una paralización, «habrá que habilitar por lo menos las aceras y los espacios que correspondan». Será algo que, con el desarrollo o no del Quixote CREA, debe desarrollar la Junta. Es decir, explica Ruiz, «nosotros entendemos que si se va a paralizar aquello y no hay una perspectiva inmediata de continuar, el Ayuntamiento debe hacer que la Junta cumpla con su obligación».
Además, Ruiz explica que la obra del Quixote CREA ha tomado prestados aparcamientos municipales y otros espacios públicos, que debería devolver a la ciudad si finalmente se paraliza.
Pero la preocupación vecinal va más allá. Tras el antecedente de lo ocurrido con el Centro de Recepción de Turistas, Ruiz se teme que pueda ocurrir lo mismo en la nueva infraestructura. «Porque no sé si estamos para óperas y estas cosas», explica.