El PP municipal denunció ayer que la liquidación del presupuesto 2017 demuestra que el Ayuntamiento de Toledo gobernado por PSOE y Ganemos recauda más de lo que necesita, invierte menos de lo que puede, deja sin gastar parte del dinero destinado a obras sociales y, sin embrago, se excede por encima de lo previsto en los gastos de protocolo y representación, por ejemplo para comprar la inscripción en un concurso con el fin de presumir con la escoba de platino. Jesús Labrador afirma que se han cumplido los peores vaticinios que hizo cuando el bipartito aprobó las cuentas del año pasado.

El portavoz del PP subraya que los números de la liquidación son incontestables y reflejan la gestión realizada por el bipartito a lo largo de todo el ejercicio anterior. Lo primero que destaca es el apartado de ingresos por recaudación de impuestos directos que ha sido 4,7 millones de euros superior a lo presupuestado (un 10% de desviación).

Para Labrador ante este hecho solo cabe una interpretación: que los impuestos municipales están «inflados» por encima de las necesidades reales o, lo que es lo mismo, que si el bipartito quisiera podría rebajar la presión fiscal que padecen los toledanos sin causar ningún menoscabo a los servicios y el empleo públicos.

El aumento de los ingresos implica un incremento de los recursos que podrían destinarse a inversiones, partida que estaba prevista que fuera de 3,2 millones pero Labrador dice que, con remanentes, podría haberse aumentado en otros 7,8 millones hasta superar los 11 millones totales. Sin embargo el equipo de Gobierno dejó sin ejecutar 4 millones de euros (por ejemplo 2 millones para arreglos de plazas y calles).