Con el panorama que hay en la política nacional, se puede decir que ha habido más encaje de bolillos en Madrid que en Toledo. Y eso que en Zocodover se había organizado un encuentro de encajeras por la Semana Grande del Corpus. Pero a las diez de la mañana, cuando estaba previsto que empezase, la lluvia no dejaba de caer y eso impidió que las encajeras se pusieran manos al bolillo. Al menos aprovecharon para comprar en los puestos instalados en la plaza.Pontejos es una plazuela de Madrid, que está por detrás de Sol, y que es conocida por sus tiendas de mercería. En la versión toledana que ha abierto esta mañana había bolillos de madera, bastidores y almohadillas, dedales con la Catedral de Toledo y pequeñas vitrinas para colecciones de dedales, alfileres rematados con la figura de una bruja y cajas metálicas de colección para alfileres, llaveros con piezas de encaje enmarcadas en metacrilato, varillas para 'tejer' el abanico o asas para sostener un bolso que faltaba por coser.