El pliego de autobuses blindará los empleos y el control de calidad

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No existe la subida de precios automática, sólo las que aprueben el Ayuntamiento y la Junta

El pliego de condiciones para el concurso del servicio de autobuses urbanos va a incorporar varias propuestas de Izquierda Unida. Las principales van dirigidas a garantizar todos los puestos de trabajo, la jornada laboral y las remuneraciones que en la actualidad goza cada empleado. El concejal de Movilidad, Rafael Perezagua, reunió ayer en comisión a los grupos políticos para analizar las sugerencias que han realizado y aclarar dudas. Por ejemplo, que los recorridos, las paradas y los precios los decide el Ayuntamiento, nadie más. El desarrollo de la sesión deja patente que la sintonía es mucho mayor con sus antiguos socios que con el PP.

Al margen de las alegaciones más concretas, el concejal puso interés en arrojar luz sobre una par de problemas «de fondo» como son las tarifas y la estructura del servicio. En cuanto a las primeras, afirma que no admite las «mentiras y falsedades» del PP sobre una presunta autorización para que la adjudicataria suba los precios de los viajes un 5%.

La tarifas, aclara, son potestad del Ayuntamiento que luego debe ratificar  la Comisión Regional de Precios de la Junta. Sin ir más lejos, la última que se propuso ha sido desautorizada por el órgano regional y, según el concejal, le ha costado a la ciudad unas «pérdidas de 180.000 euros» que se pagan con los impuestos locales. En este apartado, la empresa, como mucho, podría bajar precios siempre que no ponga en riesgo los ingresos necesarios para mantener la calidad.

De la estructura dice que el tercer plan de transporte trasladaba las paradas de Zocodover a la puerta del remonte de Safont pero en los Distritos ha llegado a un acuerdo con las asociaciones de vecinos para que sigan subiendo al Casco las líneas 61, 62, 5, 3 y 10. Perezagua afirma su voluntad de «respetar» el pacto y, en este caso, el PP se alegra.

En cuanto al diseño de líneas y recorridos, el concejal no admite que se deje en manos de la empresa, como sugiere el PP, porque cree que habría problemas ya que cabe la tentación de intentar ahorrar costes sin tener en cuenta lo que demandan los vecinos de los barrios. De cara al futuro insiste en que las modificaciones más importantes vendrán cuando se abra el nuevo hospital, pero eso va para largo.

Por otro lado, Perezagua explicó al portavoz de IU, Aurelio San Emeterio, que los servicios jurídicos ya han dado con «la fórmula» para «perfeccionar» la subrogación de la plantilla de manera que la empresa adjudicataria tendrá que respetar el número de puestos de trabajo, los nombres, la condiciones laborales y hasta las nóminas incluidas las categorías TC1 y TC2 . Los representantes sindicales estaban entre el público y parecían bastante satisfechos.

Instalaciones. El concejal de Movilidad también aclaró la duda de IU sobre el millón de euros que tendrá que pagar el Ayuntamiento al final de contrato para recuperar el solar que ofrece como sede central del servicio de autobuses.

Perezagua asegura que la medida es una concesión a la propia IU por si en algún momento la ciudad decide que quiere recuperar la gestión directa del servicio. Pagando esa cantidad se daría por liquidada toda la parte del inmovilizado (cocheras, surtidores, etc). Al mismo tiempo se va a elaborar un inventario de todo el material que está amortizado y, por lo tanto, ya es de propiedad pública al cien por cien.

Otra propuesta de IU que ha sido aceptada es quitar a la concesionaria el control sobre la  calidad del servicio. La empresa privada pagará lo que cueste (por ejemplo las encuestas) pero será el Ayuntamiento y sus inspectores quienes evaluarán la puntualidad, limpieza, satisfacción de los clientes... En este sentido Perezagua es partidario de situar en las oficinas municipales un terminal de los ordenadores que registran las salidas y recorridos de cada vehículo.

Finalmente, la incorporación de tecnología como el wifi, la prioridad de los autobuses en los semáforos, los vehículos oruga, la información en las paradas o la accesibilidad serán elementos obligatorios. Las cláusulas sociales se quedan para deshacer empates.