Las asociaciones critican Toledoparticipa

J. Monroy
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Los nuevos modelos de participación telemática, concluyen los vecinos, buscan también acabar con el trabajo y la representatividad de las asociaciones vecinales

La Federación de Asociaciones de Vecinos El Ciudadano valora que los nuevos sistemas de Participación Telemática (Toledoparticipa) son una herramienta que servirá al Gobierno de turno para justificar con el voto vecinal sus propias propuestas, desechar por falta de apoyos las iniciativas de las asociaciones de vecinos e incluso cuestionarse al movimiento vecinal. Según se recoge en las conclusiones del grupo de trabajo que ha estudiado estos sistemas en el Ayuntamiento de la capital, la participación vecinal en Toledo «es caótica». Además, «no existe un proceso con unos objetivos claros, sólo hay una gran cantidad de herramientas participativas que sustituyen y eliminan el debate, evitando de esta forma que la ciudadanía esté informada».

El informe recoge en estas conclusiones algunas de las denuncias que asociaciones de vecinos como La Ronda de Buenavista habían hecho patentes en algunas asambleas de la Federación. El sistema de Participación Telemática, concluyen, «es una herramienta útil para quien gobierna». Porque si el equipo de Gobierno puede elegir las propuestas que se votan, y con los Presupuestos Participativos (que aunque sí son vinculantes sólo se desarrollan en caso de que haya superávit el año anterior) «someten a las asociaciones de vecinos a ser meros portavoces propagandísticos de las iniciativas que el Ayuntamiento decide que son viables».

En definitiva, denuncian el grupo de trabajo, parece que el Ayuntamiento quiere que el movimiento vecina haga «el trabajo sucio de ir detrás de los vecinos a pedirles ya no que se asocien y colaboren con la Asociación de Vecinos, sino para que voten en una plataforma y que con suerte el Ayuntamiento haga lo que debería hacer en la ciudad porque es necesario y además su obligación».

Estos procesos de Participación Telemática, consideran las asociaciones, «nos someterán a un desgaste delante de los vecinos, que estos no entenderá y que sólo redundará en el beneficio del Gobierno de turno, que se apuntará el tanto de la participación de los ciudadanos que mueve su Plataforma Digital», y que en otros casos, servirán para marcar como «prescindibles» los proyectos que piden las asociaciones, por no tener el apoyo suficiente para salir adelante. De definitiva, «puede llegar a cuestionar incluso nuestra representatividad».

Herramientas del Gobierno. Recuerda el informe vecinal que el inicio de esta legislatura estuvo marcado por el anuncio de la sustitución de las antiguas juntas de distrito, inoperantes para todos, por los nuevos consejos de participación. Sin embargo, «el nuevo instrumento participativo que en su estructura podía ser aceptable, nos llegaba sin desarrollar y sobre todo, sin contenido. Es aquí donde nos dimos cuenta de que en ningún momento se quería trabajar con las asociaciones».

Como «el movimiento vecinal seduce, al tiempo que es motivo de preocupación para el Gobierno de turno», entiende el informe que el Ayuntamiento ha buscado «dotarse de nuevos recursos de legitimación para ayudarse en la gobernabilidad de la ciudad, pero eso sí, sin ceder, ni transferir ningún tipo de poder de decisión en los grupos de participación vecinal, y apostando tan sólo por el ciudadano a título individual, dado que éste no tiene capacidad de influencia o convocatoria». Así surgieron los consejos de participación e la plataforma digital Toledoparticipa.

Así, la participación ha pasado de un ‘buzón del ciudadano’ a asambleas, consejos, debates, propuestas, votaciones, procesos y Presupuestos Participativos, «y ante ello, debemos preguntarnos si todo es para mejorar la participación pa para anularla, llegando a producir hartazgo en la ciudadanía».

En lo que la plataforma Toledoparticipa se refiere, se desarrolla en debates sin trascendencia; propuestas vecinales «a todas luces imposibles», dado que se necesitan 1.400 votos; y votaciones de esta propuestas o de las que proponga el Ayuntamiento. De esta forma, «el Ayuntamiento lava la cara a sus proyectos».

En cuanto a los Presupuestos Participativos, sí son vinculantes. La ‘trampa’ es que no se incluyen en los presupuestos ordinarios, sino que provienen del superávit del anterior ejercicio, de forma que en los próximos años, puede ser que no se repita el experimento.

Además, el Ayuntamiento ofrece a la ciudadanía la oportunidad de participar en la elaboración y modificación de la normativa que afecta a la ciudad. Se trata de unos procesos que no se han utilizado en toda la legislatura, «será que no se ha realizado nada importante, asfaltado de calles, POM, Puy du Fou o superávit».

El informe vecinal señala que «sin lugar a duda, la voluntad de los ciudadanos puede expresarse a través de consultas populares, pero también puede manifestarse a través de las asociaciones de vecinos, que son representativas ante la opinión pública y sus Juntas elegidas por asambleas por sus socios».