El concejal portavoz, asegura que a la vista de la polémica se mantienen en contacto permanente con los trabajadores y con la empresa y que por ahora lo que saben es que hay «tensión» entre quienes están a favor y en contra de las modificaciones que les está proponiendo la dirección de Ferroser.José Pablo Sabrido considera que es un asunto complejo donde se ponen dos aspectos en juego: la calidad del servicio y el respeto a los derechos de los empleados. Sobre ambos afirma que desde el Gobierno bipartito son «muy rigurosos» y están muy pendientes. Por otro lado también son «conocedores de que algunas propuestas de la empresa generan tensión entre los trabajadores, unos a favor y otros en contra», sobre todo porque algunos estarían aceptando los cambios de forma individual.