Ridícula. Así considera el portavoz del Gobierno regional, Leandro Esteban, la situación que el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, en torno a la falta de un semáforo en el acceso a las dársenas del nuevo remonte de Safont.

Una infraestructura, que como el remonte de Recaredo, son «ejemplo de accesibilidad en medio mundo», y él «está preocupado por un semáforo».

Para Esteban «lo ideal» habría sido que el regidor toledano «hubiera mirado el proyecto de ejecución de obra» con sus técnicos, y si ya no ponía dinero, «al menos atención».

Considera el portavoz del Gobierno regional que esta situación es una muestra más del «permanente sometimiento al ridículo, propio y ajeno, del alcalde», reflejando así su «desidia» por la ciudad.

Frente a esta actitud, Esteban aseguraba sentirse «profundamente orgulloso», como consejero y como toledano, de que el Gobierno de Castilla-La Mancha en esta legislatura haya hecho por Toledo «bastante más que su propio alcalde», incluso -apostillaba- «sin recibir ninguna contraprestación».

Y es que, recordaba Esteban, «ya son dos los remontes que gobiernos del PP han construido» en Toledo sin que los gobiernos socialistas de otras administraciones «pusieran un céntimo».

De este modo ha quedado demostrado que «siempre que en Toledo se ha hecho una infraestructura de este tipo los gobiernos del PP han puesto toda la carne en el asador», sentenciaba.