Javier Covarrubias: «La sociedad ha convertido a los hombres en analfabetos emocionales»

I. G. V.
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Presidente de Ahige en Castilla-La Mancha

Javier Covarrubias: «La sociedad ha convertido a los hombres en analfabetos emocionales» - Foto: Yolanda Lancha

¿Qué es Ahige y por qué surge?

Es la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género y nace en 2001 en Málaga integrada por un grupo de hombres que consideró que debíamos adoptar un papel protagonista en la lucha por la equidad real de género, además de buscar una nueva masculidad para conseguir una sociedad más igualitaria y menos machista. Actualmente tiene en torno a un centenar de asociados y se activó en Castilla-La Mancha hace ya cuatro años.

¿Qué labor desempeña la asociación?

Organizamos talleres, charlas, conferencias de sensibilización, campañas para jóvenes y ruedas de hombres que se celebran el 21 de octubre. Son actos públicos en la calle basados en un encendido de velas y lectura de manifiesto de repulsa contra la violencia de género. Se trata de conductas que no es suficiente con no reproducir, hay que repudiarlas porque el silencio nos convierte en cómplices de los maltratadores.

¿Qué es el Saama?

Es una de nuestras principales campañas emprendidas actualmente. Se trata del Servicio de Atención y Apoyo contra el Machismo. Está dirigido a la población juvenil y especializado en prevenir y evitar las discriminaciones sexistas, la violencia de género y el maltrato entre los y las jóvenes. En defintiva, una  herramienta para luchar contra la discriminación, los estereotipos sexistas, la violencia de género y el maltrato, ya sea psicológico o físico.

¿Los comportamientos machistas se identifican con facilidad?

En muchas ocasiones los hombres no son conscientes de que están adoptando actitudes machistas. A veces los reproducimos casi inconscientemente. Por eso, este servicio puede resolver dudas y ayudar.

¿Qué postura adopta la asociación en temas como la custodia compartida?

Es importante que se nos diferencie del colectivo que reclama la custodia compartida únicamente para evitar el pago de la manutención a las madres durante seis meses o para hacer uso de la vivienda familiar. Nosotros no somos esos.  Además, tenemos claro que la custodia compartida es inviable cuando hay situaciones de violencia de género o abusos sexuales y los poderes públicos (judiciales, servicios sociales, o sanitarios) deben velar para que esto nunca ocurra.

¿Qué otros posicionamientos tiene Ahige?

Consideramos que son necesarias las políticas públicas de igualdad destinadas a hombres, rechazamos la trata de personas, los abusos a menores y reclamamos una escuela coeducativa.

¿Existe implicación de los hombres en la búsqueda de la igualdad?

Tenemos que seguir trabajando. La mayoría de los hombres niega ser machista, porque la palabra suena muy mal, y eso ya es un paso, pero se mantienen los estereotipos y los micromachismos de control.

La igualdad va mucho más allá de llevar a los niños al colegio, realizar lareas del hogar o ir a la compra. Consideramos que es fundamental la corresponsabilidad en el hogar, es decir, que ninguna de las dos partes de la pareja realice más del 60% de las tareas o menos del 40%. También son importantes los ciudados compartidos de los hijos desde el nacimiento.

¿Dónde queda la empatía emocional?

Es prioritaria. Los hombres no tenemos empatía porque no nos la han enseñado a tenerla. De hecho, siempre decimos que la sociedad nos ha convertido en analfabetos emocionales. Tenemos sensaciones, sabemos que nos pasa algo, pero no identificamos qué es. La sociedad nos ha marcado el rol de ser fuertes, de no deprimirnos ni apesadumbrarnos. Por eso, cuando un hombre vive una situación complicada (familiar, económica, de salud...) tiende a derrumbarse y a veces la falta de canalización de esos sentimientos deriva en la violencia de género. Nos tenemos que mirar hacia dentro y sacar fuera las emociones.

¿Los jóvenes están más sensibilidazos con el machismo?

Depende. Por eso es fundamental la educación. Necesitamos referentes masculinos más adecuados. Parece que los conceptos de igualdad están claros y parece que los jóvenes están más sensibilizados pero el machismo se reproduce.

La violencia física se identifica fácilmente pero el machismo también tiene que ver con el control, de con quién entra y sale nuestra pareja, qué se pone, con quién va...

Los celos no son sanos, ni un poquito, eso deben tenerlo claro todas las mujeres y todos los hombres. En pareja hay que conveniar pero no imponer.

¿Los denominados amores románticos de las películas han hecho daño?

El mito del amor romántico no es bueno. Lo importante son las relaciones igualitarias, nunca de superioridad o de sometimiento.

¿Por qué las mujeres, más formadas que antes, siguen adoptando roles de aceptación de conductas machistas?

Porque es lo que hemos vivido. Los medios de comunicación, la familia, los amigos nos trasladan una imagen y, queriendo o sin querer, acabamos aceptándolo.

El control no suele ser extremo, son pequeños detalles, pero es verdad que las mujeres llegan a adoptar determinadas conductas para evitar conflictos con sus parejas, por ejemplo, no quedar con amigos. Eso hay que pararlo.

¿La nueva generación será plenamente igualitaria?

Esperanzas tenemos pero hay que seguir trabajando. Por ejemplo, hemos conseguido que el tema del maltrato se vea mal, se vea como lo que es, algo terrorífico. Ahora lo importante es acabar con los pequeños detalles machistas y sexistas que aún imperan en la sociedad actual.

El 11 de abril organizan una jornada sobre nueva masculinidad. ¿No cree que los hombres que asisten a ellas ya están concienciados y los que tienen el problema no van?

Puede parecer así, y lo es. Estos hombres tienen parte de sensibilización pero cuando llegan allí se dan cuenta de que repiten comportamientos erróneos a veces sin darse cuenta. Lo importante es que estas personas puedan trasladar los conceptos aprendidos a su entorno y poco a poco llegar a todos. No podemos quedarnos parados porque es posible ser hombre de otra manera sin los estereotipos asignados.

¿Hay diferencias entre las ciudades grandes y las pequeñas?

Por desgracia el machismo se da en todos los ámbitos, lo bueno de las grandes ciudades es que los hombres tienen más recursos para ir a charlas, conferencias o talleres que en los pueblos pequeños.