Un encierro nocturno se salda con dos heridos, uno de ellos grave, en Alameda de la Sagra

J.A.J. / Toledo
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De nuevo, uno de los múltiples encierros que jalonan las fiestas patronales de la provincia en este verano se ha saldado con heridos. En esta ocasión, se han registrado dos lesionados en el primer encierro nocturno de las fiestas de La Asunción y San Roque en Alameda de la Sagra. Uno de los afectados resultaba herido de gravedad tras ser literalmente aplastado por un novillo contra la barrera de la plaza de toros portátil del municipio, aunque afortunadamente se recupera en la UVI del Hospital Virgen de la Salud de Toledo.

Esta sucesión de incidentes arrancaba pasada la medianoche del jueves 14 al viernes 15, cuando ya se había iniciado este tradicional encierro por la calle Toledo. La primera herida fue una mujer de 31 años, vecina de Añover de Tajo, cuya identidad corresponde con las iniciales P.V.M. El alcalde de Alameda, Rafael Martín Arcicóllar, explica que, según le comentaron testigos de lo sucedido, esta mujer estaba refugiándose tras el vallado de la calle. Al mantener expuesta su pierna izquierda, un novillo colorado le corneó en un muslo. La cornada le dejó una herida de unos 25 centímetros de profundidad, aunque afortunadamente resultó limpia ya que no le afectó a ningún vaso sanguíneo ni nervio de importancia. Pudo ser operada en el mismo quirófano móvil de la plaza de toros. Fuentes médicas explican que fue evacuada al Hospital Virgen de la Salud en una ambulancia para que recibiera un tratamiento de antibióticos por vía intravenosa y así prevenir una posible infección de la herida.

Unos 10 minutos después, sobre las 0,30 horas, se produjo la segunda de las cogidas. El afectado es un joven de 22 años, también vecino de Añover y cuya identidad corresponde a las iniciales J.A.L.C. Es conocido en su municipio con el sobrenombre de ‘El Cuco’, y participaba con otros familiares suyo en el encierro alamedano. Según refieren testigos de lo ocurrido, el joven intentaba  subir la barrera de la plaza de toros cuando resbalaba y caía. Justo en ese momento, se lanzaba sobre él mismo novillo colorado que protagonizaba la primera cogida, embalado como una locomotora.  Le propinó al chico un violento topetazo en la cabeza, que según fuentes del servicio de emergencias 1-1-2, esto le produjo un síndrome de aplastamiento con pronóstico grave.

El chico quedó tirado en la arena de la plaza, inconsciente y con convulsiones. Los servicios médicos del festejo resolvieron enviarle en una UVI móvil al Virgen de la Salud.