El faro de una enfermedad

Agencias
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La composición y apariencia de las uñas de las manos pueden ser el primer indicador de patologías subyacentes, ya que estas partes del cuerpo reflejan el estado de todo el organismo

 
Las manos pueden decir mucho de una persona. Y sus uñas, todavía más. Incluso en mayor medida  de lo que se pensaba hasta ahora. Y es que, aunque existen problemas en esas partes del cuerpo que pueden resolverse con un cuidado adecuado, otros, en cambio, son un indicador de una patología subyacente y pueden ser el primer signo visible de una enfermedad.
Las uñas de las manos están compuestas por capas laminadas de una proteína llamada queratina y crecen desde el área de la base, conocida como cutícula. Cuando están sanas son suaves, sin hendiduras o muescas, uniformes en color y consistencia y libres de manchas o decoloraciones. 
En ocasiones, estas partes de los dedos desarrollan rugosidades longitudinales inofensivas que van desde la cutícula a la punta y que se vuelven más marcadas a medida que los años pasan. También pueden presentar líneas o puntos de color blanco por lesiones, pero son defectos que suelen desaparecer al crecer. 
Sin embargo, al margen de estos detalles, en las uñas existen toda una serie de signos que pueden proporcionar pistas sobre la salud global de las personas e, incluso, determinar muchas patologías. 
 
 
PEQUEÑAS DEPRESIONES
 
Son comunes en pacientes con psoriasis, un trastorno caracterizado por lesiones descamativas sobre la piel. 
Estos diminutos hoyos en las uñas pueden también estar asociados a alteraciones del tejido conectivo, como el síndrome de Reiter, y la alopecia areata, una afección autoinmune que ocasiona la pérdida del pelo.
 
CURVADAS
 
Las puntas de los dedos parecen alargarse y las uñas se curvan alrededor de ellas, algo que suele ocurrir con el paso de los años. 
A veces es el resultado de bajo oxígeno en la sangre y podría ser un signo de varios tipos de enfermedad pulmonar. 
Se asocia, además, con las patologías intestinales inflamatorias, la enfermedad cardiovascular, la hepática y el sida.
 
CUCHARA
(coiloniquia)
 
Son suaves, parecen aplanadas y con cavidades. La depresión suele ser tan grande como para albergar una gota de líquido. A menudo, las uñas cuchara son un signo de anemia por deficiencia de hierro o de un trastorno del hígado conocido como hemocromatosis, en la que el cuerpo absorbe demasiado hierro de la dieta. 
Este tipo concreto de uñas pueden también estar asociadas con la enfermedad cardíaca y el hipotiroidismo.
 
UÑAS DE TERRY
 
En este trastorno, la mayoría aparecen blancas excepto una banda rosa estrecha en la punta. Las uñas de Terry pueden algunas veces atribuirse al envejecimiento. En otros casos, son muestras de un signo de una condición subyacente grave, como la enfermedad hepática, fallo cardíaco congestivo, fallo renal o diabetes.
 
SURCOS TRANSVERSALES O LÍNEAS DE BEAU
 
Son hendiduras que las cruzan de un extremo a otro. Pueden aparecer cuando el crecimiento en el área de alrededor de la cutícula se ve interrumpido por una lesión o una enfermedad grave. 
Las condiciones asociadas con las líneas de Beau incluyen una diabetes no controlada y la enfermedad vascular periférica, así como patologías asociadas con fiebre alta, como escarlatina, sarampión, paperas y neumonía. 
Las líneas de Beau pueden también ser un signo de deficiencia de zinc, e incluso de manicuras excesivamente agresivas.
 
ONICÓLISIS
 
Las uñas de los dedos de las manos se sueltan y pueden separarse desde la raíz. Así, la parte que se queda descolgada se vuelve opaca, con un tinte de color blanco, amarillo o verde. Algunas veces, estos signos se asocian con una lesión o infección. 
En otros casos, la separación de la uña es una reacción a un fármaco en particular o a un producto de consumo, como endurecedores o adhesivos. La enfermedad tiroidea y la psoriasis también pueden ocasionar el descolgamiento de las uñas.
 
SÍNDROME DE UÑAS AMARILLAS
 
 
Las uñas se engrosan y crecen con lentitud. Esto da lugar a una coloración amarillenta. El síndrome podría también estar asociado con la inflamación de las manos (linfedema) y parece estar asociada, generalmente, a una afectación del drenaje linfático.