La riada en el municipio de Cebolla se saldó con una persona que permanece hospitalizada en el Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera, varias contusionadas y numerosos daños materiales, mientras que las labores de limpieza se intensificaron ayer con la movilización de más de un centenar de efectivos.

La alcaldesa, Silvia Díaz, concretó que se ha atendido a vecinos con crisis de ansiedad y que sólo hay una persona mayor hospitalizada que «tragó barro», y que se encuentra en observación en el Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera por si hubiera «alguna complicación derivada de su enfermedad tras la situación de ansiedad por la que pasó».

En este sentido, en declaraciones a los medios, la alcaldesa de Cebolla informó que la situación no es igual que otras veces pues hay «muchísimo más barro y ha habido más desperfectos en las viviendas», si bien aseguró a continuación que no ha habido que lamentar ninguna pérdida de vidas humanas.

Por otro lado, Un dispositivo formado por cerca de un centenar de personas se está haciendo cargo en estos momentos de las labores de limpieza de las calles de Cebolla afectadas por la riada que se produjo el sábado en Cebolla. Según los datos facilitados a los medios de comunicación por el delegado de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en la provincia, Javier Nicolás, en la zona hay 7 patrullas de la Guardia Civil y una treintena de voluntarios de Protección Civil del propio municipio y de poblaciones cercanas como Talavera, Fuensalida y El Casar de Escalona.

Nicolás también señaló que la Consejería de Fomento ha destinado una brigada de 25 personas para la limpieza de carreteras, mientras que los bomberos del Consorcio Provincial han desplazado efectivos de Belvís de la Jara y de Santa Olalla, al igual que una dotación de refuerzo.

Por su parte, la Diputación de Toledo colabora aportando tanto personal como maquinaria, al igual que el Ayuntamiento de Cebolla y los servicios forestales del Geacam. El dispositivo oficial se completa con los muchos vecinos que se han sumado a las labores de limpieza de sus domicilios y de las vías en las que se ha acumulado más lodo y barro.