La nueva rotonda dará un cambio a la movilidad y la imagen de Tavera

Susana Jiménez/Toledo
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El alcalde presentaba ayer el proyecto, que saldrá a licitación por 256.299 euros, y cuya ejecución se prevé para los meses de verano, con el fin de reducir los problemas de tráfico

La actual intersección de las calles Cardenal Tavera y Duque de Lerma quedará regulada por una rotonda de 18 metros de diámetro. - Foto: Yolanda Lancha

El próximo mes de junio darán comienzo los trabajos de construcción de la nueva rotonda que suprimirá uno de los cruces «más conflictivos» de la ciudad, la intersección entre Cardenal Tavera y Duque de Lerma, con la cual se logrará dar mayor fluidez al tráfico. Una nueva glorieta cuyo proyecto era presentado ayer en rueda de prensa por el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, acompañado por los concejales de Movilidad y Gestión de los Servicios, Rafael Perezagua y Gabriel González, respectivamente.

Un proyecto al que dará luz verde la próxima semana la Junta de Gobierno Local, así como a su licitación, que parte con un presupuesto de 256.299,22 euros, cifra que confían sea rebajada «considerablemente» en la adjudicación. Una intervención que será financiada al cien por cien por el Ayuntamiento, en base a los ahorros conseguidos la pasada legislatura».

Cabe recordar que la ejecución de esta nueva rotonda se sacaba ya a licitación hace un par de años, junto a la construcción de un aparcamiento subterráneo en Sisebuto, un proceso al que no se presentaron ofertas.

García-Page presentaba junto a Perezagua y González el proyecto.García-Page presentaba junto a Perezagua y González el proyecto. - Foto: Yolanda Lancha El objetivo principal de esta actuación será «mejorar la seguridad vial», sustituyendo el actual cruce regulado con semáforos, por una rotonda, de 18 metros de diámetro, que «dará mayor agilidad y resolverá» las retenciones de vehículos que se producen por el nudo semafórico desde la esquina de Tavera a la Plaza de Toros, precisaba Perezagua.

En este sentido, García-Page destacaba que en estos momentos Toledo cuenta con «la mejor situación del tráfico en los últimos 30 años», después de que con la ejecución del Nudo Norte y más recientemente de la Ronda Suroeste, se hayan suprimido los 8.000 vehículos que a diario atravesaban la ciudad para dirigirse hacia otros puntos, y suponían «un estorbo».

Esta rotonda, que hará la número doce de las construidas por el Gobierno municipal en los últimos seis años, será «la más simbólica» de todas ellas, apuntaba González por su parte, al encontrarse en «la entrada principal de la ciudad». Por ello se la dotará de «jardinería natural» y de mantenimiento «sostenible», contribuyendo así al embellecimiento de este acceso a Toledo. Una  nueva rotonda que permitirá «cambiar por completo la fisonomía de la zona».

En este mismo sentido el regidor toledano, destacaba por su parte cómo a través de proyectos separados, con «coherencia» en su conjunto, se han ido abordando diversas intervenciones a lo largo de todo el eje de entrada desde la carretera de Madrid.  Actuaciones con las que se ha ido modificando la iluminación, el acerado, la accesibilidad, todas ellas «con una idea global».

Y como resultado final, subrayaba el alcalde, que el «cambio visual y de movilidad tremendo» que ha experimentado toda esta entrada a la ciudad, siendo esta nueva rotonda, «la pieza que completa este puzzle».

Un nuevo aspecto en el que también tienen reservado su espacio las plazas de aparcamiento reservadas para personas con discapacidad que se encuentran en las proximidades de la sede de Cocemfe. Plazas que se mantendrán en número, aunque su ubicación se desplazará ligeramente.

Salida por Trinitarios. La construcción de la rotonda llevará  aparejadas otra serie de actuaciones, unas contempladas en este mismo proyecto, y otras a desarrollar con los previsibles ahorros que se generen en el proceso de adjudiación.

Entre los primeros, el concejal de Movilidad explicaba que con la puesta en funcionamiento de la nueva rotonda, la calle Carreteros tendrá sentido único de entrada al barrio de Covachuelas, articulándose la salida a través de la calle Trinitarios y la subida de Barbones. En esta última vía, apuntaba Perezagua, será necesario eliminar una fila de aparcamiento «para generar el doble sentido».

Asimismo se acometerá la instalación de una nueva red de alumbrado público, que aporte el nivel de iluminación requerido para esta reordenación de la zona, así como una renovación de la pavimentación y mejora de la accesibilidad.

Por su parte, entre los segundos, García-Page detallaba que no se descarta aprovechar la ejecución de esta obra, para proceder a la remodelación de la bajada de Duque de Lerma y el entorno de la calle Trinitarios.