La demanda de vivienda parece que esta pisando el freno, por lo menos en Castilla-La Mancha. Y es que, como apunta el BBVA Research en su último informe, si en 2017 la venta de viviendas se mostró en la región más dinámica que en la media nacional, en el primer trimestre de 2018 se contrajo a un ritmo del 1,6 por ciento, frente al buen comportamiento registrado en el resto del país. Eso sí, matiza, en términos interanuales la evolución de las transacciones sigue siendo aún positiva, creciendo en torno a un 5 por ciento.

Lo que sí parece que está cambiando es el tipo de vivienda que se compra en Castilla-La Mancha. Se confirma la tendencia detectada en 2017 de un aumento de la demanda de segundas residencias en la región. O lo que es lo mismo, de la compra de vivienda en provincias diferentes a donde se reside habitualmente. Viviendas que han pasado a suponer el 28,5 por ciento del total de ventas registradas en la comunidad, tal como se informa desde el BBVA, si bien en este año 2018 han reducido ligeramente sus márgenes.

Pasando a un análisis provincial de la demanda, éste refleja crecimientos elevados en las cinco provincias de la región durante 2017, destacando Cuenca, Toledo y Albacete con incrementos superiores al 30 por ciento. Sin embargo, en lo que va de 2018, ya Albacete y Cuenca han mostrado un retroceso interanual en las transacciones residenciales, según advierte el BBVA.

En cuanto al precio de la vivienda, éste sigue mostrando en Castilla-La Mancha un menor dinamismo que la media nacional. Es más, atendiendo a los valores de tasación recogidos por el Ministerio de Fomento, el informe del BBVA apunta que el precio de la vivienda en la región retrocedió el 0,3 por ciento en 2017, lo que contrasta con el incremento del 2,4% registrado de media en España. Así, a finales del primer semestre de 2018 el precio medio en la región se situó en los 864,9 euros el metro cuadrado.

De este modo, Castilla-La Mancha es, junto con Castilla y León, una de las pocas regiones donde el precio de la vivienda no muestra síntomas claros de recuperación, según los valores de tasación, subraya el BBVA. En términos provinciales, el precio de la vivienda en 2017 cayó en todas las provincias excepto en Guadalajara, que experimentó un incremento del 3,9 por ciento respecto al promedio de 2016, siendo además la única provincia castellano-manchega con una revalorización interanual del precio de la vivienda.

A escala municipal, entre los municipios mayores de 25.000 habitantes, el mayor incremento de precios en 2017 se produjo en Alcázar de San Juan, con un ascenso interanual del 4,2 por ciento. En Guadalajara capital el ascenso respecto a 2016 fue del 3,5 por ciento. 

En Tomelloso y Albacete el incremento en 2017 fue, en ambos casos, del 1,6 por ciento y en Valdepeñas y Almansa del 0,5 por ciento.