Uno de los aspectos que hace más grande a una competición es el historial de vencedores. La talla de los ganadores suele incrementar el prestigio de una prueba y la San Silvestre Toledana es un ejemplo de ello. Atletas con el récord de España de maratón en su poder, campeones nacionales y deportistas internacionales con la Selección han pasado por el cuadro de honor de una cita que, a punto de cumplir 34 ediciones, sigue creciendo en calidad.
Ya la primera edición, en la que el podio masculino estuvo copado por Ricardo Ortega, Fernando Fernández Gaitan y José Luis Díaz Toledo, cuenta con una luz que muchas otras pruebas no alcanzan en toda su historia. Un halo de leyenda que, lejos de apagarse, ha mantenido su intensidad cada campaña. Y ese detalle es el que de verdad hace grande a la San Silvestre.
Celebrarse el último día del año o no contar con suculentas recompensas para los vencedores no se convierten en impedimentos para que deportistas destacados hayan querido dejar siempre su sello en las calles toledanas el 31 de diciembre. Muy al contrario, hacen aún más especial a la cita capitalina, en cuyo cuadro de historial quieren aparecer grandes atletas de hoy que desean inscribir su nombre junto al de las leyendas del ayer.
Y es que, si Ricardo Ortega ganó en chicos la primera edición, la segunda se la apuntó Fernando Fernández Gaitán en otro mano con el explusmarquista nacional de maratón. Todo bajo la atenta mirada de un Juan Carlos Montero que ganó al tercer año, en 1984, en su primer reinado.
El de San Pablo de los Montes ostenta hasta ahora el récord de victorias en la San Silvestre, con seis entorchados, a los que sólo Iván Galán y Fernando Rey están capacitados de llegar en un futuro cercano, puesto que ambos suman cinco victorias.
Eso en chicos, claro está. Porque a pesar de que en los inicios de la San Silvestre no se prestara la atención debida a las féminas, obviando en algunas publicaciones de la época los resultados de las chicas o la ganadora absoluta, nadie puede negar que en la San Silvestre Toledana manda una mujer: Josefa Cruz.
Nueve victorias, ocho de ellas consecutivas entre 1990 y 1997, convierten a Josefa Cruz en la poseedora de más triunfos en la absoluta. Una cifra que será difícil igualar en una carrera de la que ella puede presumir de ser su reina.
Superar su marca parece una utopía, pero en el panorama actual Sonia Labrado ostenta tres (al igual que Ana María del Cerro y Teresa de Paz), mientras que Irene Sánchez-Escribano lleva dos a sus 23 años. Ambas aspiran a acercarse a Josefa Cruz y seguir añadiendo su nombre a un historial que inició Nuria Garrigós. Ella ganó en 1982 perteneciendo a la categoría de menores, como la citada Teresa de Paz un año más tarde.
Más allá de registros, todo atleta toledano quiere ganar al menos una vez para figurar en el palmarés en el que brillan además Julio Rey, Óscar Martín, Luis Sastre, José Pedro Villa, Mariano Gómez del Real, Víctor Eloy Álvarez, Carmen Vega, Sonia Ruiz o Marta Silvestre. Pero también atletas que se quedaron en el podio absoluto, como Almudena García, Pedro Vega, Teresa Escobar, Erades o Paredes. Y es que un historial de prestigio lo construyen ganadores de leyenda. Pero también unos rivales de oro en la lucha por la gloria.