¿Cuál ha sido la decisión más difícil que le ha costado tomar en estos tres años de gestión?

Tener que talar árboles. En lo personal, también fue difícil no poder renovar la concesión de la gestión de las multas por los problemas por los que atravesaba la Empresa Municipal de la Vivienda. Hubo gente a los que recibí y escuché que perdió su trabajo.

¿Y la que más le ha gustado tomar?

Todos los temas relacionados con empleo. La primera modificación de crédito que hicimos fue para ampliar la becas comedor para los niños que viven en familias desestructuradas.  También tomamos la decisión de aumentar las ayudas de emergencia y el acuerdo con la concesionaria que lleva el agua de la ciudad para que no cortara el suministro a ninguna familia que no pudiera pagar el recibo.

¿Qué balance hace de estos tres años de gobierno?

Han sido tres años muy intensos, pero mi proyecto no ha terminado porque hay muchos asuntos que me gustaría abordar en la próxima legislatura. El balance es positivo.

¿Por ejemplo?

Intervenir en algunas calles del Casco histórico que necesitan un arreglo importante o ver terminado el ferial en Safont. Pero sobre todo, acabar el bulevar de Santa Bárbara, que es una actuación que vamos a acometer en la próxima legislatura. Quiero presentar el proyecto en diciembre. El anteproyecto ya está visto con la asociación de vecinos.

El problema del amianto ha llegado esta semana al Congreso de los Diputados. Los afectados reclaman una ley que lleve aparejada fondos y que el amianto se retire. ¿Es el encapsulado la solución definitiva?

No. Es una solución provisional. Nosotros lo que queríamos es que no hubiera problemas de salud pública. Y eso es lo que evita el encapsulado. El riesgo que podría haber se está solventando y esto supone un respiro importante. Otra cosa es que las administraciones responsables tienen que presionar a los propietarios de los terrenos para retirarlos. Y en este aspecto, cuantas más ayudas haya, mejor. En dos años hemos avanzado más que veinte. Con esta cuestión nos hemos puesto de acuerdo las administraciones y hemos empezado a atajar un problema importante que seguimos teniendo en la ciudad.  Algo que pensábamos que iba a ser complicado ha resultado difícil, pero no imposible.

Un problema que está en vías de solución gracias a la movilización de los vecinos

Quiero dar la enhorabuena a los vecinos porque son los que han tirado más del carro. El Ayuntamiento podía haber mirado hacia otro lado porque no tenemos competencias en este asunto, pero quisimos estar presentes. En este asunto el balance es positivo, porque nos hemos puesto todos de acuerdo: la Confederación Hidrográfica del Tajo, la Junta, el Ayuntamiento y los vecinos para tomar una solución inmediata y a corto plazo. Y ahora vamos al medio plazo. Que a medio plazo, la solución pasa por la retirada del amianto. Y lo deben pagar los propietarios.

¿Por qué?

Porque cuando hace veinte años  les echaron las 90.000 toneladas de amianto cobraron dinero. Hay que exigirles responsabilidades, porque se beneficiaron del asunto. Y muchos son gente que ni vive aquí.

¿Pero el Ayuntamiento en su día autorizó el vertido?

Yo como alcaldesa no hubiera permitido que, cuando se está desarticulando una empresa como Ibertubo, los restos de amianto se tiraran en un barrio de la ciudad. Gobernando el PP pasó por una Junta de Gobierno y Agustín Conde lo permitió. Son muchas las soluciones que hemos estado dando a problemas heredados, sobre todo del Partido Popular. Para eso nos han elegido los ciudadanos.

Durante su gestión, el Ayuntamiento acumula 25,9 millones de superávit y el endeudamiento ha caído en 17,7 millones de euros. ¿Es fruto de la buena gestión o del corsé que impone el Ministerio de Hacienda a los Ayuntamientos?

El Ministerio ha puesto una serie de normas que nosotros hemos cumplido. Somos una administración cumplidora con todo, con las sentencias y también con la gestión de la hacienda municipal. Tenemos una gestión ejemplar del dinero que viene de los impuestos de los ciudadanos. Y esto lo tienen que saber los toledanos.  Eso sí. Estamos sujetos a una Ley de Estabilidad Presupuestaria que conlleva una regla de gasto, que impide invertir el superávit en cualquier cosa.  La disposición adicional sexta de la Ley de Estabilidad Presupuestaria dice que el superávit debe destinarse a inversiones sostenibles. Y nuestro superávit va a ir a inversiones sostenibles.

Además, en tres años nos hemos quitado 17,7 millones de euros en deuda, porque hemos hecho una buena gestión. Hemos amortizado deuda heredada, mucha de ella del Partido Popular del Palacio de Congresos, que costó 53 millones a la ciudad. Por tanto, tenemos una hacienda saneada, que cumple tanto con la regla del gasto como con la estabilidad presupuestaria y que reduce su deuda hasta el punto de que en 2021 este Ayuntamiento tendrá deuda cero. Y además somos una ciudad modelo en pagar nuestras deudas con los proveedores, porque lo hacemos en 14 días. El Ayuntamiento, desde el punto de vista

de la hacienda pública, está brillante.

El PP reclama que baje los impuestos

Que no manipulen porque o bien mienten a sabiendas, que es grave, o que desconozcan las leyes que aprueban, que todavía es más grave. Este Gobierno municipal ha bajado los impuestos durante estos años. Voy con ejemplos. En 2016 se bajaron los impuestos y tasas municipales un 0,4%.  Y este año hemos bajado el IBI otro 0,4%. Así que llevamos una bajada acumulada del 0,8%. Por cierto, en el IBI tenemos el tipo de gravamen -que es la parte que puede fijar el Ayuntamiento- más bajo de toda Castilla-La Mancha. Está en el 0,446% lo podemos bajar más. También hemos aprobados incentivos a la contratación, bajadas del Impuesto de Construcciones Instalaciones y Obras (IAE), del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y de otros impuestos para el desarrollo económico. Este ayuntamiento es cumplidor, baja los impuestos, reduce deuda y sus inversiones son sostenibles.  Cuando el PP me dice de forma demagógica que baje más los impuestos sólo les puedo decir que no puedo hacerlo por una ley estatal que ellos aprobaron.

¿Por qué?

Porque si bajamos los impuestos, tengo que reducir los gastos. Y eso se traduce en que tengo que mermar los servicios públicos a la ciudad. Y eso no lo vamos a hacer. Hacerlo  automáticamente nos lleva a tener que reducir líneas de autobús o a reducir la limpieza. Y eso lo tienen que saber los toledanos y toledanas. Ya sabemos que el PP quiere la privatización de más servicios de los que ya están privatizados.

¿Ahora con el PSOE en el Gobierno central se podrá cambiar?

Una de las cosas más importantes que tiene que abordar el nuevo gobierno es la financiación de los ayuntamientos. Las corporaciones locales somos las administraciones más cercanas, que asumimos muchas competencias que no son nuestras y que muchas veces no podemos asumir. A esto hay que añadir que Toledo es una ciudad Patrimonio de la Humanidad, donde existen muchos edificios catalogados BIC, que tenemos que mantener. Es una ciudad mucho más costosa que cualquier otra. Por ejemplo, que en el Casco histórico no se puede poner cualquier papelera. El Gobierno de España nos tiene que ayudar de alguna forma y el Ministerio de Hacienda también. Nosotros, por ejemplo, estamos manteniendo los colegios públicos. Y esto supone al Ayuntamiento más de tres millones de euros al año. Y realmente la competencia no es nuestra. Y eso es porque la financiación local no se ha solucionado desde que se aprobó la Constitución. Los alcaldes exigimos una reforma de la financiación local.

¿Qué inversiones se van a hacer con los seis millones que provienen del superávit de 2017?

Se van a distribuir por todos los barrios. Vamos a actuar en cuatro de los accesos al polígono industrial y en calles que están muy deterioradas. Tenemos la esperanza de que vengan empresas importantes porque ya estamos hablando con ellas.  A parte con dinero del Edusi vamos a abordar la reforma de la calle Jarama. En Santa María de Benquerencia vamos a intervenir en la Biblioteca. Además, la valla que rodee toda la pista de atletismo, que es una demanda vecinal, se va a hacer con cargo al convenio con la Junta. Y estamos dudado entre una piscina nueva de chapoteo para los niños o el arreglo de algunas calles que están mal. En Santa Bárbara abordaremos un Plan de Acerado y el arreglo del centro cívico. En el Casco vamos a arreglar la Bajada de Desamparados, que no se ha tocado en la vida y haremos una rampa en la calle Potro, donde está la Virgen de la Estrella. En Santa Teresa vamos a abordar las calles adyacentes a la Reconquista; en Palomarejos, acerado y en Buenavista, la iluminación de la calle Reino Unido.