Magisterio, gusto y frescura por San Isidro en Talavera

Mario Gómez
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Ponce y Roca Rey abandonaron en hombros La Caprichosa. Morenito de Aranda cortó una oreja. La terna se repartió cinco orejas ante un corrida de El Tajo y La Reina de muy buen juego

Jaleado y elegante fue el saludo de Ponce saliéndose a los medios con el primero, que fue muy bien picado. Inicio muy torero por bajo antes de erguido ponerse a torear por la derecha con la mano muy baja. Sin aperturas y sin apretar demasiado al toro que iba a menos. En las cercanías de forma breve, cuidó el material antes de mojar la muleta para luchar contra el aire, un taco se escuchó mientras sonaba la campana de la basílica «su p... madre, el aire», la faena estaba hecha. Lo cuadró andando. De la suerte natural, a la suerte contraria, una estocada entera le valió para pasear el primer trofeo de la tarde. Al temperamental y pronto 4º dejó Ponce dos encajadas verónicas. Una colada y no quiso apuros. Castigado en exceso en varas, lo que era fuelle y brío, quedó en templanza y flojera. Brindó a España y su monarquía en la figura de la nieta del emérito Don Juan Carlos, Victoria Federica. Toreó despacioso y sosegado por el derecho. Por momentos podríamos decir que abandonado. Largura en los trazos del de Chiva y eco en los tendidos. Magisterio. Al natural la ayuda cumplió su función y ayudó a templar el aire. Se explayó Ponce que dio una lección de por qué es figura y justificando el hueco que la historia le tiene guardado. Toreo para ser paladeado y disfrutar. La música se cansó de sonar antes de que Ponce lo hiciera de torear. Demasiado largo resultó el metraje. Pinchazo y resignación del tendido que sintió como propio el errar del espada. Una estocada un tanto tendida y trasera como epílogo, un golpe de descabello y una apoteósica vuelta al ruedo con un apéndice como resultado, y vuelta al ruedo al toro.La frescura de Roca Rey calentó la fría tarde al compás de verónicas al paso a su primero hacia los medios. Dos saludos en uno. Pues volvió a recogerlo de capa con una tríada de ceñidas chicuelinas y una vistosa media. Mejor intenciones que fuerza la del abrochadito castaño. Brindó al público y comenzó hierático en el tercio. Castigador en exceso el inicio, el animal en la primera tanda marcó la aflicción. Buscó la media altura como solución a lo que ya no la tenía. Pasaba despacio el animal, y lento trazaba Andrés. La izquierda ayudada en dos ocasiones y media docena de naturales. Entre tandas largas como última esperanza y atragantón en las cercanías. Nada que objetar y poco para vitorear. La espada viajó derecha tras las manoletinas finales. Rodó y obtuvo su primera oreja en Talavera. Cerró la tarde un entripado y bonito castaño. Roca Rey lo saludó con unas personalísimas verónicas, que por la forma de coger el capote recordaron a delantales. Empujó de verdad y con la cara abajo en varas y el castigo fue desmedido. Pasando al toro por ambos pitones se lo sacó a los medios para dar distancia al comienzo del trasteo. Compuso por el derecho, y con la muleta muy por delante administró lo que el animal tenía. Al natural voló la muleta del peruano entre el ocaso de la ciudad de la cerámica y los sones de su banda de música. Pecó de al volver a la diestra ahogar en demasía las embestidas ante lo que el de El Tajo mostró su disconformidad. Volvió a la zurda, y volvió a volar la muleta como el cóndor lo hace en su Perú natal. Levantó al burel en el de pecho que cerraba el final por manoletinas, como levantó al público con este final. Estocada con derrame que afeó el final, que no impidió que pasease una oreja.