La Avenida de Europa se convirtió en la madrugada del domingo en el foco de atención de los cuerpos de seguridad ciudadana. Una llamada a las 6,15 horas alertaba del choque de un vehículo contra una farola en esta avenida y los bomberos salieron del parque con rapidez porque el vehículo volcó y el hombre quedó atrapado en su interior sin que las puertas pudieran abrirse.

La Policía Local y una UVImóvil también acudieron al lugar del accidente. Tras la excarcelación, se trasladó al conductor al Hospital Virgen de la Salud. Pese a la espectacular imagen que ofrecía el vehículo volcado en la calzada lo cierto es que el accidentado no sufrió lesiones graves.

Respecto a las posibles causas del accidente, el propio conductor del vehículo admitió que se había despistado y fruto de esa distracción chocó con la farola y perdió el control del vehículo, que terminó volcando en la calzada.

La jornada de ayer fue intensa en la ciudad tanto para los bomberos como para los agentes de la Policía Local por la cantidad de sucesos ocurridos en pocas horas, unos como consecuencia del viento y otros relacionados con el tráfico y los accidentes domésticos.

Poco antes de que amaneciera la Policía Local recibió un aviso de una salida de vía en el Polígono. El accidente ocurrió en una de las glorietas de la N-400, la de la calle Estenilla. En este caso, el vehículo no tomó correctamente la glorieta y terminó fuera de la vía. En este caso, los policías acudieron tras el aviso, pero lo cierto es que esta carretera es competencia de la Guardia Civil de Tráfico, que también se personó en el lugar en cuanto se enteró de lo ocurrido.

El segundo accidente se registró poco después, pasadas las 7.45 horas. Parecía repetir el mismo patrón que el anterior, una salida de la vía, pero en este caso el vehículo, en las misma glorieta del Polígono tomó la mediana en línea recta hasta que el coche se paró. A pesar de todo, el vehículo se quedó a unos diez centímetros de una señal, con lo que se evitó un siniestro más aparatoso y de mayor gravedad posiblemente.

un incendio. Los bomberos también tuvieron que encender las sirenas ayer por la tarde tras recibir un aviso sobre el fuego declarado en una vivienda de la Avenida Río Guadarrama, número 44.

Los efectivos sofocaron las llamas con rapidez y el suceso prácticamente se quedó en una anécdota, pero pudo tener consecuencias muy graves. Según fuentes del parque de bomberos y de la Policía Local, el incendio se originó por una vela y terminó calcinando un colchón y la televisión. Si bien, estos dos materiales son «de combustión lenta», con lo que se evitó que el fuego se propagara con rapidez por la vivienda.

En este caso, la abuela comentó durante la intervención de una de las dos dotaciones de guardia que su nieto había estado jugando con una vela hasta que ocurrió el percance.