Cuando ya creía no tener cobijo en el fútbol, Joaquín Sorribas ha encontrado en el CD Toledo su segundo Huesca. Ese club en el que sentirse importante y, sobre todo, querido. Como la segunda vuelta de la pasada temporada fue un calvario, a lo que no está dispuesto el aragonés es a pasar por lo mismo ni a que el club verde lo padezca. Por eso, se ha incorporado a la pretemporada con un plan específico para que se vayan cumpliendo los plazos de recuperación de la lesión que sufrió en el sóleo.
Es un momento muy delicado en el que el futbolista se juega mucho, así que es el momento de pensar en trabajar y trabajar. Eso sí, Sorribas ha vuelto a la capital castellano-manchega pensando en continuar hasta el próximo mes de mayo de 2015 y con grandes dosis de paciencia en el equipaje. Al concluir la temporada pasada, el oscense viajó a Villarreal para ponerse en las manos de Rubén Pons, fisioterapeuta del conjunto amarillo que recientemente ha fichado por el Liverpool de la Premier League.
Allí se sometió a la denominada Electrólisis Percutánea Intratisular, conocida como EPI, una técnica de fisioterapia invasiva que consiste en la aplicación de una corriente galvánica a través de una aguja de acupuntura que produce un proceso inflamatorio de carácter local, permitiendo así la reparación del tejido afectado, en su caso el sóleo. Y es que, Sorribas sufría una fibrosis cuyas células se van a regenerar gracias a esta técnica, ya que se trata de una lesión reversible.
De este modo, es cuestión de tiempo y paciencia que Sorribas vuelva a ser el mismo de la primera vuelta de la pasada campaña. Ese jugador líder desde la posición de pivote que permite la circulación de balón y que incordia la posesión del rival. No en vano, el propio jugador está convencido de continuar a un buen nivel si el sóleo no le ata en corto de nuevo. Eso lo sabe el CD Toledo y Txema Indias le ofreció renovar a pesar de las dudas que pudiera generar su situación tras cumplir, el pasado 27 de junio, los 36 años.
Sorribas está a punto de sentirse otra vez futbolista y, si se confirma que el Toledo compite de nuevo en el Grupo II, pisar de nuevo el césped del Alcoraz con la camiseta toledana. Ahora mismo son pensamientos llenos de paciencia que quieren convertirse en sensaciones. Si se consigue, el mayor porcentaje de éxito lo tendrá el jugador, pero también habrán colaborado activamente el preparador físico, Pol Lorente, y los fisioterapeutas, Abraham y Javi. De esta manera están trabajando con él y con todos los jugadores que van a estar a las órdenes de Josip Visnjic de cara a una temporada en la que repetir o mejorar la tercera posición.