El peligro para los jóvenes en Internet

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La Policía Nacional incide en la parte delictiva que puede afectar a los usuarios mientras los médicos abordan como identificar la patología y los métodos para poner remedio

El Policlínico HM IMI Toledo (Instituto Médico Integral) organizó ayer una Jornada sobre los peligros de Internet para los menores en la que participaron como ponentes profesionales de la medicina y de la Policía Nacional para dar una visión lo más amplía posible de como detectar y abordar dentro de la familia los casos que se puedan producir y, sobre todo, para aconsejar de qué manera se pueden establecer métodos de acercamiento a las redes sociales que sean lo más seguros posibles para los niños.

La Policía Nacional incide en que lo importante es concienciar a la gente de los peligros y de las figuras delictivas que más se producen. Las más preocupantes el grooming (un adulto se gana la confianza de un menor con un propósito sexual) y el sexting (intercambio de fotografías o vídeos eróticos  que luego pueden servir para extorsionar).

Recalcan que es necesario saber identificarlo, como funcionan y no tener ninguna duda de que ante cualquier indicio hay que denunciar porque la Policía tiene especialistas trabajando en desarticular a los causantes. En este sentido afirma que las redes sociales no son el peligro, lo es el uso que se les da. Y a los padres les aconsejan que supervisen, que sepan qué hace su hijo, con quién se relaciona y qué contenido sube a la red advirtiendo que no vale solo el sentido común de  los padres, hay que tener reglas y conocer el mundo digital para saber como actuar .

Elías García, doctor en siquiatra de la unidad infanto-juvenil del Policlínico HM IMI Toledo, habla de patologías, es decir, ya no es solo un hábito y es importante ver las señales así como saber qué intervención se debe realizar en cada caso individual. Por lo tanto tiene una parte de enfermedad con causas más profundas de lo que se aprecia a simple vista y eso requiere un tratamiento «más allá de quitar el tiempo que se pasa con la consola», que puede ser contraproducente y hacerlo más difícil de corregir.

Indica que los padres deben estar alerta sobre «deterioros de funcionamiento» de sus hijos en las relaciones sociales y de familia, cambios de hábitos o irritabilidad. Además deben ponerse en manos de profesionales cuando no se corrige con las medidas que se toman en casa.