Para el Rey, no debemos "renunciar" a esa España sino que es un proyecto que debe "ilusionar" para seguir construyéndola, "mejorándola, actualizándola, sobre la base sólida de los principios democráticos y los valores cívicos de respeto y de diálogo".Y se ha mostrado convencido de que "nadie desea una España paralizada o conformista, sino moderna y atractiva, que ilusione; una España serena, pero en movimiento y dispuesta a evolucionar y a adaptarse a los nuevos tiempos".De hecho, el Rey ha finalizado sus palabras con un mensaje de optimismo, llamando a los españoles a que estén "sin complejos, orgullosos" de todo lo conseguido y a confiar en lo que pueden "alcanzar juntos"