En una visita de la alcaldesa, Milagros Tolón, La Voz del Barrio le pidió árboles en la calle Corpus Christi. Pero la Asociación de Vecinos se ha enterado por los medios de que estos se van a incluir en el proyecto de la Reconquista. Además, tras la petición que ha realizado junto a los comerciantes del barrio y profesionales de la enfermería para que se traslade el Hospital del Valle a Palomarejos cuando se cierre el Virgen de la Salud, se han puesto en contacto con los vecinos otros partidos políticos, pero no los dos de Gobierno.

Estos son sólo dos ejemplos que aporta la presidente vecinal, Ana Escolante, de la falta de participación por parte del equipo de Gobierno. El hartazgo en la Asociación es tal, que este jueves ha hecho pública la decisión de su Junta Directiva de no asistir a ningún Consejo de Participación del Distrito Centro «en tanto en cuanto el Reglamento Orgánico de los Distritos, hoy en vigor, no se desarrolle de conformidad con las finalidades, funciones y competencias plasmadas en dicho Reglamento, que hoy por hoy, tras dos años de funcionamiento, no se llevan a la práctica». Eso hace que el Consejo se haya convertido, a su juicio, «en un órgano totalmente inoperante».

En realidad, el abandono del Consejo es un paso más en la constante crítica de La Voz del Barrio a la falta de participación. Porque desde hace meses, la Asociación, que ha participado en las juntas de distrito desde su creación en los años noventa, ya había dejado de presentar propuestas en el Consejo ante la falta de respuesta. A pesar de eso, explica Escolante, «todo sigue igual, así que, ¿para qué seguir? Para perder el tiempo, no».

Críticas. Los argumentos vecinales exhibidos por La Voz del Barrio no son nuevos, por lo tanto. Explica la Asociación que el Consejo de Participación es totalmente inoperante. Lo es, en primer lugar, porque no funciona como un órgano de gestión desconcentrada, tal y como se manifiesta en el artículo 1 del Reglamento. Eso llevaría a la transferencia de alguna titularidad desde el Pleno municipal o la Junta de Gobierno. «Su funcionamiento responde más a una descentralización administrativa carente de efectividad, viabilidad y operatividad», critica.

Porque los vecinos lamentan que no se haya delegado, ni transferido a este órgano ninguna competencia por la que se le asignen funciones ejecutivas, tal y como reza en el artículo 4 del Reglamento. Por ello, carece de la dotación presupuestaria del artículo 7 y del personal técnico cualificado para poner en marcha las propuestas y proyectos que allí se proponen.

Por otro lado, el Consejo se convoca coda dos meses «simplemente para que cada asociación adscrita al Distrito presente propuestas referidas a la mejora del barrio y mantenimiento general», cuando no se precisa esperar esos dos meses, porque las asociaciones pueden presentar estas directamente al Ayuntamiento. Además, el Ayuntamiento no da a conocer allí las actuaciones que lleva a cabo en el Distrito, ni pregunta su opinión a sus componentes, sino que «en la mayoría de las ocasiones nos enteramos por los medios de comunicación».

Finalmente, las votaciones que se llevan a cabo no son vinculantes, dado que las hacen los vecinos y no los concejales.

Explica Escolante que, en realidad, el Reglamento tiene algunos puntos válidos. No obstante, la Federación de Asociaciones de Vecinos ha querido mejorarlo. El pasado 5 de junio, aprobó un documento de mejora, que se ha remitido a la Alcaldía y a la Concejalía de Participación Ciudadana, que no han dado respuesta a estas indicaciones.

Por esa razón, la presidente vecinal entiende que quizás deberían seguir su ejemplo otras asociaciones. Porque de otra forma, está convencida de que el equipo de Gobierno no va a reaccionar, tras toda una legislatura criticando la falta de participación, más ahora que se acercan las alecciones.