La ‘número dos’ del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró ayer que confía en las decisiones del órgano regulador tras los informes que cuestionan el emplazamiento del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca).

Santamaría respondía así al ‘número dos’ del PSOE, Antonio Hernando, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, después de que le haya pedido explicaciones «con precisión, claridad y rigor» sobre el futuro del ATC tras el informe solicitado por el Consejo de Seguridad Nuclear a una ingeniera norteamericana y que ha cuestionado el emplazamiento de la instalación.

«Junto con este informe y otro del Colegio de Geólogos. ¿El Gobierno ha tenido información sobre este papel?, ¿Sí o no? Si la ha tenido, ¿por qué no ha paralizado el proceso del ATC? Y si lo ha tenido a partir de ahora, si lo va a paralizar inmediatamente», solicitó Hernando.

En este ‘cara a cara’, Sáenz de Santamaría explicó que «si sobre este suelo es mejor que otro, el consejo no puede entrar porque es una decisión previa del Gobierno que decidió que ya era idóneo». Indicó que hay un departamento de cinco personas en el Consejo de Seguridad Nuclear que se encarga de analizar y trabajar por hacer viable la idoneidad de ese suelo de Villar de Cañas.

Así, el socialista ha iniciado su pregunta relatando los motivos por los que su formación no es partidaria de alargar la vida de las instalaciones atómicas a 50 o 60 años, como así se está debatiendo con la central de Santa María de Garoña (Burgos), ni tampoco de eliminar los tributos nucleares, como así lo han solicitado algunos propietarios de las centrales.

«¿Está dispuesto a alargar la explotación comercial de Garoña 17 años más?, teniendo en cuenta que tiene uno de los reactores más envejecidos de Europa», insistó ya que, según explicó, para las generaciones futuras el legado «de más alta peligrosidad» son los residuos radioactivos y por eso quiere saber las perspectivas respecto a la construcción del almacén de residuos nucleares en  la población de Villar de Cañas.

Ante estas afirmaciones, la vicepresidenta del Gobierno precisó que «cualquier actuación de este Gobierno en materia de energía nuclear» contará con los informes favorables del Consejo de Seguridad Nuclear, que desde 1980 es el órgano encargado de velar por la protección y seguridad en este ámbito.

«Han sido 34 años en que se ha funcionado de esta manera, y desde luego, el Gobierno la decisión que tome, muchas de las cuales consecución de su anterior Gobierno, que no era tan claro como usted ni tampoco su líder sobre lo que ha dicho en materia de nuclear», sentenció.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz Santamaría, celebró que «gracias al mix energético que está promoviendo este Gobierno» en esta legislatura no ha subido la luz un 70%, si no que bajará. «Entiendo que se escandalicen porque esa subida era para escandalizar, y se ha revelado un déficit tarifario que también nos dejaron endosado. Gracias a eso usted puede hacer más demagogias nucleares. Gracias», apostilló.

designado hace tres años.   Hernando, por su parte, recordó cómo el Gobierno en su primer Consejo de Ministros del 30 diciembre de 2011, aprobó que el ATC estuviera en Villar de Cañas y a los tres días el ministro de Energía le dio las gracias a Cospedal por aceptar el ATC, que se va a adjudicar «por 274 millones a partir del 1 de febrero».

«En las últimas semanas le he hecho muchas preguntas, muy concretas, y siempre me ha respondido con evasivas, inseguridades, o con el pasado. Hoy le pregunto sobre seguridad nuclear porque hay miles de personas preocupadas sobre este tema. Conteste con precisión, claridad, rigor, porque no hacerlo no es una falta de respeto a los ciudadanos», remarcó el también portavoz socialista en el Congreso.

«Acabáramos», espetó la vicepresidenta ante estas afirmaciones, para asegurar que lleva desde el jueves estudiando y revisando todos los expedientes que veía pendientes de seguridad nuclear porque se toma el tema «en serio» y no para venir al Congreso a hacer «demagogia política».

«Tuve la tranquilidad de que no encontré nada que no estuviera en regla», apostilló la ministra de la Presidencia a Mancha. Recordó que el Gobierno anterior, con Miguel Sebastián al frente de Industria, dejó elegidos ocho emplazamientos para el ATC, de los que cuatro eran «más idóneos» y entre los que este Gobierno decidió uno. Ahora toca conceder las concesiones para el emplazamiento y la construcción.