El Ayuntamiento de Portillo volverá a cobrar el 100 por ciento de los tributos del Estado a partir del próximo mes de octubre o, en el peor de los casos, en noviembre. La retención del 50 por ciento de los tributos al Consistorio, al no darse por bueno el plan de ajuste que presentó en 2012 para abonar las facturas pendientes a los proveedores, está a punto de concluir tras haber dejado de recibir la Administración local los en torno a 170.000 euros -más los correspondientes intereses- que necesitaron para saldar las facturas impagadas con sus proveedores.
Sin embargo, estas retenciones de los tributos -13.000 euros cada mes- han marcado el Presupuesto de este año, que ha sido aprobado de forma provisional recientemente, tal y como ha publicado hace escasas fechas el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), unas cuentas que superan escasamente el millón de euros y que van a repercutir en unas más que escasas inversiones. Tanto es así, que entre la partida de Personal y el capítulo II, el que hace referencia al gasto corriente, estará casi agotado el Presupuesto.
«El Presupuesto ha venido condicionado por el techo de gasto que nos establecía el Estado», apuntó el regidor socialista, que lamentó que este hecho haya dejado la partida de inversiones prácticamente a cero. De esta forma, lo más destacado en este 2013 está siendo una obra, con cargo a un montante procedente del Grupo de Desarrollo Rural Castillos del Medio Tajo, para disponer de unos aseos en un almacén municipal para su uso por parte de los vecinos con motivo de las fiestas o cuando se celebra en la plaza algún evento de carácter cultural.
Para dichos trabajos, que se están ejecutando actualmente y que el alcalde espera concluyan en los próximos días para que se pueda hacer uso de ellos durante las fiestas del mes de septiembre, se ha contado con una aportación del GDR de algo más de 10.500 euros, mientras que el Consistorio apenas ha tenido que sufragar los 1.500 restantes hasta completar el presupuesto de 12.000 que implicaba el proyecto.
También se está ejecutando la inversión de los Planes Provinciales de la Diputación, con los que se está realizando la primera fase de las obras en la casa de la cultura y que consiste en la creación de un escenario, con unos aseos y unos camerinos. La segunda pasará por la construcción de la zona de butacas, que se podrán retirar para convertir el espacio en un salón polivalente.
Esta segunda fase supone juntar las instalaciones de las que actualmente hacen uso las asociaciones locales, más la biblioteca, que pasará a la planta superior del edificio.
Fernández lamentó que los vecinos de Portillo se tengan que conformar con apenas dos mejoras este año, pero reconoció que pagar las nóminas del personal y mantener el correcto funcionamiento de los servicios municipales ya es más que una ardua tarea en la época actual.