¿Qué pueden tener en común el joven (y el viejo) Pablo Picasso, el impagable Josep Renau, Equipo Crónica y ‘Peridis’? Todos ellos han manifestado de una u otra forma su admiración por El entierro del conde de Orgaz a través de la reinterpretación contemporánea de esta célebre pintura, expresada hasta nuestros días en formatos que van desde el collage hasta la viñeta periodística, desde la recontextualización de sus protagonistas hasta la relectura metafísica de sus principales elementos, pasando por la iconoclastia de la que han hecho gala artistas recientes como Kepa Garraza (2014), representada en el detalle de la izquierda. Dos exposiciones actuales, La traslación de la mirada (Museo Oteiza, Navarra) y El Greco y la pintura moderna (Museo del Prado), recogen hasta después del verano algunas de esas propuestas artísticas, diferentes guiños a la separación por medio de dos planos del mundo terrenal del espiritual, al enterramiento del protagonista o a las características cabezas centrales del cuadro del Greco.
Pablo Picasso evocó los diferentes espacios de la pintura de Santo Tomé en Evocación-El entierro de Casagemas (1901), realizada en los primeros momentos de su Etapa azul. Más de medio siglo después, ampliamente superados los setenta años, el artista malagueño volvería su mirada a la pintura del Greco para mostrar como testigos de sus obsesiones a figuras como su Retrato-bufo de uno de los personajes del Entierro del conde de Orgaz que llora. Títulos como Orgía en casa de las muchachas, con espectadores sacados del Entierro del Conde de Orgaz o Dos mujeres, una de ellas sobre un banquillo, un búho, Don Quijote, un gentilhombre sacado del Entierro del conde de Orgaz y un conquistador son lo suficientemente significativos.
Colectivos artísticos contemporáneos como Equipo Crónica o Equipo Realidad aprovecharon la interpretación tradicional de los caballeros para subvertir lo que en la España de los sesenta se consideraba el súmmum de la hidalguía castellana e introducir desde referentes de la cultura popular (el Guerrero del Antifaz, Batman o Supermán) hasta elementos de denuncia social (la represión estudiantil).
El amplio número de personajes que recoge la pintura, por otra parte, ha sido bien aprovechado por ilustradores y caricaturistas, desde Fernando Fresno, que trasladó a ella a quienes homenajearon a Maurice Barrès en el Toledo de 1924, hasta muy recientemente José María Pérez González, ‘Peridis’, quien recreó el enfrentamiento entre Partido Popular y PSOE a través de El entierro del conde de Rodiezmo (2011), con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en el lugar que ocuparía don Gonzalo Ruiz de Toledo.