La historia está para rememorarla, no para olvidarla. Por muy difícil que haya sido una época, los países y sus ciudadanos se reponen a los obstáculos con el paso de los años. Para contribuir a ello, y  para denunciar los errores del pasado aun vigentes en las organizaciones actuales, Comisiones Obreras de Toledo organizó una charla-debate en el Alcázar sobre tiempos pasados en España, bajo el título de ‘El franquismo: de la amnesia a la memoria’. En este acto, participaron sindicalistas históricos y actuales, el secretario general de CCOO en la provincia de Toledo, José Luis Arroyo, y el historiador y profesor de Universidad Gutmaro Gómez. José Luis Arroyo aprovechó el acto para denunciar la desigualdad que sufrieron las víctimas de la Dictadura, el desequilibrio existente entre la versión ofrecida por las autoridades y la versión «verdadera», además de anunciar que el sindicato solicitará al Ayuntamiento de Toledo, de manera oficial, que se impongan nuevos nombres en las calles de la ciudad en homenaje a los «defensores de la democracia».

El secretario general de CCOO en Toledo calificó esta charla-debate como un «acto oportuno» por la actualidad de la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos y, reivindicó el apoyo del sindicato con aquellos que sufrieron un trato desigual en épocas anteriores, «aquellos que fueron encontrados muertos en cunetas y aquellos que estuvieron en la cárcel esperando sentencias de muerte». Arroyo hizo referencia a estas personas porque muchos de ellos fueron fundadores de organizaciones como la suya, y animó a que en este acto participaran sindicalistas históricos que hayan sido protagonistas de estos momentos para contar la historia «tal y como fue». Además, José Luis Arroyo afirmó que Toledo es una de las provincias con más nombres franquistas en sus calles habiendo casos de municipios como Numancia de la Sagra que tuvieron que cambiar su nombre en tiempos de Dictadura por hacer referencia a Manuel Azaña, presidente de la Segunda República. Por esto mismo, Arroyo anunció que pedirá al Ayuntamiento un cambio en sus calles para reconocer otros luchadores del pueblo, como por ejemplo, Marcelino Camacho, fundador de CCOO y que «estuvo en la cárcel por defender la libertad».

Una voz autorizada dentro del acto fue Gutmaro Gómez, pues el historiador también es autor de libros sobre la historia de este país y ha realizado varias investigaciones académicas y científicas sobre lo acontecido durante la etapa de la Dictadura. «Necesitamos conocer su perspectiva, por su nivel académico, antes que la versión política y sindical», comentó José Luis Arroyo. El propio Gutmaro Gómez mencionó que el debate fue dirigido a conocer el contexto europeo y la realidad española de memoria histórica y de archivo, además de que tienen que hacer un esfuerzo para «divulgar y acercarnos a generaciones jóvenes que esto les suena a chino, para lograr que esto se conozca y se normalice como ha ocurrido en otros países que han sufrido casos parecidos en el siglo XX».

En referencia a que el acto de debate fue realizado en un edificio icónico como el Alcázar, José Luis Arroyo comentó que sirve de ejemplo para entender el mensaje que la dictadura mostró a la sociedad porque « este edificio simboliza uno de los episodios falseados de la historia por parte del régimen, debido a que lo ocurrido en este lugar no fue una resistencia, sino el lugar donde se encerraron los golpistas frente al pueblo». De esta manera, Arroyo agradeció que el edificio del Alcázar se vea ahora como servicio público después de lo que ha sido a lo largo de la historia.