El pasado 17 de octubre se conmemoró el Día Internacional para la erradicación de la pobreza pero ha sido esta mañana cuando las Cortes regionales celebraron un pleno institucional, al que acudieron numerosos representantes y usuarios de trece asociaciones regionales que luchan para reducir las cifras de pobreza y exclusión social que padece España y Castilla-La Mancha.

El presidente del Parlamento autonómico, Jesús Fernández Vaquero, abrió el pleno recordando que, pese a que en lo que va de legislatura los datos de pobreza y exclusión social en la región han bajado, las cifras siguen siendo «inadmisibles». Y es que, a su juicio, «la crisis económica sigue presente en muchos hogares y la recuperación de las familias no sigue el mismo ritmo que la recuperación económica».

La vicepresidenta de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN) en Castilla-La Mancha, Sol Lahera, diferenció entre pobreza y miseria, argumentando que muchas personas piensan que solo es pobre aquel que pide o vive en la calle, pero «este sector lo compone una población mucho más amplia que no se ve».

Acto seguido subieron a la tribuna representantes y usuarios de varias asociaciones. Fue el ejemplo de Juan Luis López, de la Fundación Ceres, que reclamó más formación para las personas en riesgo de pobreza y exclusión social y empleos dignos con los que poder llevar una comida caliente a la mesa y calentar el hogar. Recordó que, lamentablemente en España, de cada tres niños que van al colegio, «uno no tiene para el bocadillo del recreo», una dramática imagen que debería hacer recapacitar a los poderes públicos, dijo.

Pese a haber tenido una vida dura y difícil -«soy pobre pero no me importa»-, manifestó, Juan Luis reconoce ser una persona «con ilusión y esperanza» de que su situación y la de miles de ciudadanos cambie. «Siempre hay una razón para no estar triste», concluyó.

El cierre corrió a cargo de la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, que aseguró que el Gobierno trabaja a diario para «ofrecer a la ciudadanía más bienestar social».