Patricia López (Madrid, 1986) fue elegida el pasado sábado 22 de septiembre Miss Curvy International Toledo. Era el primer certamen de belleza al que se presentaba. Acudió al concurso llamada por su doble pasión: la moda y la lucha por cambiar la imagen que el sector proyecta. Explica la recién coronada «que queda mucho por hacer y que las pasarelas siguen sin exhibir modelos reales». Batalla contra ese mundo inverosímil que alimentan focos, alfombras y revistas. Celebra las pequeñas victorias que se apuntan tantas como ella. «En la calle nos encontramos con una mayoría de tallas a partir de la 40», dice. Las mujeres reales destilan belleza y no se resignan a una moda diferente e impropia de su edad.

Contenta por el triunfo obtenido y ávida por representar a la provincia en el torneo nacional del próximo 23 de noviembre, López reparte dedicación profesional entre el sector comercial, de lunes a viernes, y el de los catálogos de ropa y los desfiles los fines de semana. Lleva «un par de años» inmersa en una nueva actividad que le apasiona y a la que le gustaría poder dedicarse de manera exclusiva en un futuro próximo.

Asegura que «poco a poco» las firmas van incorporando más tallaje a todas sus prendas. «Todas las tallas son bonitas», proclama la reina curvi de la provincia. Le preocupan ese grupo de chicas jóvenes a las que le cuesta encontrar ropa adecuada a su gusto. Pocas quieren llevar prendas de colores apagados, con estampados simples y marcadamente anchas. La inmensa mayoría de mujeres en las franjas de edad próximas a la de López rechazan esas vestimentas porque las asocian a edad elevada y mera funcionalidad.