Nuevos destrozos en la fachada del templo conventual de San Clemente. Esta vez todo apunta a un intento para desprender con una palanca otra de las piezas que forman este conjunto del siglo XVI obra de Alonso de Covarrubias.

Para evitar el expolio de la portada de piedra de la que el pasado miércoles desaparecía un tramo de columna renacentista, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a través de la Consejería de Cultura solicitaba ayer a la Policía Nacional incrementar la vigilancia en la zona hasta la restauración, más que urgente, que se llevará a cabo para preservar este monumento declarado Bien de Interés Cultural en 1994.

En este sentido, como avanzaban desde la Consejería, se está barajando la posibilidad de intervenir en la portada histórica de piedra caliza para reponer la pieza sustraída y frenar la erosión del conjunto plateresco en el que destaca el tondo en altorrelieve de la Virgen y el Niño enmarcado en una guirnalda de motivos vegetales que corona el ático.

Las religiosas fueron las primeras en denunciar los hechos la semana pasada, mientras que desde la Consejería de Cultura se hacía lo mismo unos días más tarde tras la inspección de la portada realizada por dos técnicos del Servicio de Patrimonio y Arqueología para conocer qué había ocurrido y redactar un informe concluyente.

Otros atentados. Este suceso se convierte en uno de los últimos atentados contra el patrimonio local, junto al destrozo de la fuente de la plaza de Santa Clara que este fin de semana aparecía hecha pedazos.

Han sido días de malestar entre los ciudadanos y los defensores del patrimonio dispuestos a colaborar con la Policía para evitar más episodios de este tipo. Y es ahí, en la colaboración entre instituciones y el movimiento vecinal, donde radica la mejor fórmula para poner fin a esta oleada de sucesos.