Un trofeo para escaladores

J. Mario Loeches
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El L Trofeo Bahamontes se decidirá tras una jornada de montaña que ofrecerá espectáculo y partirá el pelotón

Las carreteras de Toledo y la provincia volverán a llenarse de ciclistas este verano, aunque menos días de los habituales. La Vuelta a Toledo deja paso al Trofeo Bahamontes, compuestos de dos etapas a celebrarse los días 6 y 7 de agosto. Su benefactor, Federico Martín Bahamontes, ya tiene a punto los trazados de ambas jornadas y promete espectáculo con una segunda etapa de montaña que partirá el grupo y ofrecerá emoción hasta los últimos metros, así que el triunfo se lo quedará el más fuerte.

Para empezar, el sábado 6 de agosto, el Trofeo Bahamontes, que cumple su edición número 50, al mantenerse de forma paralela con la disputa de la Vuelta, arrancará  desde las instalaciones de la ITV de Ocaña, en la autovía A-4. Después de la salida neutralizada, el pelotón se dirigirá hacia Noblejas y Villarrubia de Santiago, para volver por el mismo sitio y tomar dirección a Yepes, aunque antes de entrar en la población, girarán a la izquierda para atravesar Huerta de Valdecarábanos y Villasequilla. A continuación, llegará el cruce de Algodor y el paso por las localidades de Mocejón, Olías del Rey,  Bargas, Camarenilla y Camarena, donde quedará instalada la meta, aunque deberán una vuelta más pasando por las poblaciones de Las Ventas de Retamosa, Valmojado y Chozas de Canales. Se trata de una etapa más larga pero dominada por el terreno llano en la que no esperan que se marquen diferencias, así que es probable que el triunfo se dirima en al esprint.

Pero el Águila de Toledo tiene preparada una etapa mucho más interesante para el 7 de agosto. Aprovechando que es domingo, confía en que los espectadores salgan a la calle para ver el paso de los ciclistas y la pelea que se prevé. En principio, será mucho más corta, en torno a 108 kilómetros, aunque estará plagada de dificultades montañosas que harán mucho más complicada una llegada en grupo a la toledana plaza de Zocodover.

Así las cosas, la concentración de los corredores se realizará en el Polígono de Toledo, al lado de las empresas Ángel Arrabal y Cabello.  De todos modos, se dará la salida neutralizada hasta la Puerta de Bisagra, lugar en el que se realizará el corte de cinta y desde el que comenzará la batalla para los ciclistas. La jornada transcurrirá hasta la carretera de Ávila, pasando por el Cigarral del Ángel, donde estará ubicada una meta volante.

El pelotón comenzará después la primera subida al Cerro de los Palos, atravesando el Parador y dirigiéndose a las localidades de Cobisa y Argés hasta llegar a Polán. La caravana ciclista cambiará de dirección para bajar por la Bastida y volver a ascender el Cerro de los Palos por segunda vez. Será uno de los momentos más delicados y en los que la dureza del trazado hará mella en las piernas de los corredores. Se emprenderá a continuación el regreso hacia el Casco Histórico de Toledo, bajando por la Bastida y entrando a la ciudad por la cuesta de las Armas. El vencedor de la etapa y, probablemente, del L Trofeo Bahamontes podrá alzar los brazos como signo de victoria en la plaza de Zocodover, final los últimos de la Vuelta a Toledo y que el vencedor del Tour de Francia de 1959 ha querido mantener como emblema con el regreso de esta prueba.

Quince equipos. Federico Martín Bahamontes tiene casi todos los flecos cerrados de esta edición 50 del Trofeo Bahamontes y entre ellos, ya tiene casi completa la lista equipos que tomarán la salida el 6 de agosto en las instalaciones de la Inspección Técnica de Vehículos de Ocaña. En principio, la mayoría de formaciones elite y sub 23 que estuvieron en agosto de 2015 en la última edición de la Vuelta a Toledo también participarán. Eso sí, no estarán el Seguros Bilbao, el GSC Blagnac francés y el West Frisia neerlandés. Por tanto, se verán por los pueblos de la provincia los maillots del Supermercados Froiz, el Caja Rural, el Cartaxo o el Fundación Alberto Contador.