El Madrid exhibe su pegada

AGENCIAS
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Cristiano Ronaldo, con un doblete, vuelve a guiar al líder frente a un Eibar que plantó cara

El Madrid exhibe su pegada - Foto: VINCENT WEST

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Real Madrid
 
 

 

El Real Madrid quitó de un plumazo el embrujo de su primera visita a Ipurúa con una autoritaria victoria ante el Eibar, un duelo que volvió a decidir la pegada ‘merengue’ y el hambre de Cristiano Ronaldo, que mantiene a los blancos como líderes solventes, sin grietas ni lamentos en la semana posterior a los compromisos de selecciones.

No hubo magia en el estadio vasco, más allá de la que rodea a la idiosincrasia del cuadro armero. Humilde, ejemplar, respetuoso, como un niño con zapatos nuevos ante la visita de Cristiano, Bale y toda la galaxia. Con las ideas claras, bien colocados, pero con la sensación de acudir a la guerra con pistolas de agua. El rival, por contra, no guardó ninguno de sus cañones.

Tras la lesión de Modric, Ancelotti no escatimó en talento y se agarró a la opción más atractiva, se decidió por mantener a Isco en el once titular demostrando que solo Toni Kroos bastaba y sobraba para sujetar al centro del campo azulgrana.

El bloque local, que fue de menos a más, concedió poco al conjunto blanco, pero cualquier migaja es un mundo para los de Ancelotti, que parecen aviones en este tramo de temporada. Pocos equipos han ofrecido tanta velocidad y tanta precisión en los últimos metros. Si no es Cristiano es Bale, y si no, James, autor del 0-1 a los 20 minutos.

El colombiano empujó de cabeza un pase de Cristiano, en una jugada embarullada en la que los locales protestaron dos claros fueras de juego: del portugués y, sobre todo, de Benzema. James saltó con viveza y batió a Irureta, uno de los secretos del éxito de este Eibar. Se creció el Madrid, y también Carvajal, ofensivamente indiscutible. El lateral de Leganés, en una de sus cabalgadas, apuró el costado derecho y soltó su envío a Cristiano. El de Madeira remató mordido, pero con la fe suficiente para acabar mandando el cuero a la misma escuadra y sumar otra víctima a su pretencioso currículo.

El 0-2 apagó a los pupilos de Gaizka Garitano, que cimentaron su ideario con balones largos a Mikel Arruabarrena, otro de los pilares locales, pero no hubo manera de inquietar la meta defendida por Éker Casillas. Sobre todo cuando Benzema hizo buena la pelea de Marcelo en línea de fondo para colocar el tercero de la tarde. El francés fusiló a Irureta desde el corazón del área, en lo que fue el hastío de la grada, que volvió a quejarse de la acción alegando que James recuperó el balón cuando había salido por la línea de fondo.

Para colmo de los vascos, Fernández Borbalán señalaba penalti por manos de Albentosa y Cristiano cumplía su ritual. El portugués también voló en Ipurúa después de conseguir su vigésimo gol en Liga, una cifra extraterrestre.