El supuesto agresor de Prado asegura que el agredido fue él

La Tribuna / L.G.C.
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Emilio Herrera, jubilado y padre de dos empresarios de un local de copas en el Casco, ha denunciado también al presidente de la Asociación de Vecinos San Jerónimo ofreciendo la versión contraria, que él fue el atacado e insultado el sábado

La familia de Emilio Herrera ha hecho pública una versión totalmente diferente a la que el pasado lunes ofreció el presidente de la Asociación de Vecinos San Jerónimo del Casco Antiguo, JoséLuis Prado, quien explicó que fue agredió nada más salir de su casa en la mañana del sábado.

En la nota de prensa y denuncia presentada en la comisaría, que ha publicado su hijo, se explica que fue Herrera el que tuvo que defenderse del ataque de Prado, después de cruzarse en la calle y que éste último le dijera «qué miras, eres un hijo de puta» mientras que el segundo le contestó «miro lo que me da la gana». Fueron, según sus declaraciones, las palabras previas a una serie de arañazos y mordiscos que segúnHerrera inició Prado, y que ya tuvieron otra denuncia anterior en el juzgado. Así, este segundo ‘encontronazo’ viene precedido de otro altercado entre Prado y la mujer de Herrera tras, según la versión de este último, «proferir contra ella graves insultos en la puerta del Casino». Ámbas denuncias fueron archivadas de mutuo acuerdo entre las dos partes, porque se consideró que «lo más correcto era llegar al buen entendimiento y que reinara la paz», explica.

Del ataque del sábado, Prado señaló el lunes que en su opinión puede estar motivado por el cierre del establecimiento regentado por sus hijos a raíz de unas obras ilegales, hecho este que, según apuntó, los responsables del mismo achacaron a presiones del dirigente vecinal ante el Ayuntamiento. En este sentido, la familia quiere aclarar que Emilio Herrera no es hostelero sino un jubilado, padre de los empresarios de este local de copas abierto desde hace unos meses en el Casco.

 En cuanto al mordisco en el brazo que supuestamente realizó a Prado, Herrera aseguró estar «muy alterado» por lo ocurrido, y en la declaración en comisaría «dijo que no se acordaba de si había mordido o no en el brazo al señor Prado, aunque posteriormente comentó que seguramente lo hiciera en defensa propia, cuando el señor Prado le tenía agarrado del cuello para zafarse».

La familia de Herrera asegura que la «animadversión» de la que habla Prado es justamente la contraria, asegurando que se trata del rechazo del presidente vecinal «hacia nosotros y nuestros negocios, que con mucho esfuerzo estamos intentando sacar adelante en una muy mala época para la ciudad y que parece que al no tener su beneplácito o aprobación, estamos sufriendo las zancadillas».