Si un organismo cultural no es nada sin sus socios, lo mismo ocurre con la Biblioteca Regional. Ayer, para reconocer su importante labor y devolver el cariño que, día a día, reciben desde sus integrantes, el centro cultural del Alcázar acogió el Día del socio. Una celebración que alcanzó su segunda edición con un sinfín de actividades muy bien recibidas por sus integrantes.
Todo comenzó a las doce de la mañana con una visita Cultural al Convento de las Comendadoras de Santiago. Después, los socios volvieron a sus ‘muros’ para disfrutar de la exposición en la Biblioteca de Castilla-La Mancha titulada Don Quijote. Leer, andar y ver.
Pero no fue hasta después de su comida de hermandad cuando los socios se encontraron en su salsa. Fue en el salón de actos, con la charla del periodista Adolfo de Mingo, enmarcada dentro del ciclo Mi libro favorito. El periodista e historiador se descubrió ante los asistentes con la obra de Torrente Ballester, El Rey pasmado.
«Probablemente no sea un autor que mueva a las masas pero lo leí en una época de mi vida en la que me influyó bastante. Estaba en plena adolescencia, creo que tendría unos 15 años», explicó el escritor. Para de Mingo, esta novela breve le enseñó a reírse de las cosas. «Me encantó ese humor gallego de Torrente Ballester que luego he podido ir encontrándome en otras de sus novelas», concretó.
Y es que, para el historiador y periodista esta obra no sólo ha sido símbolo de genialidad en la literatura, también en el cine con su adaptación cinematográfica que consiguió ocho premios Goya. «Es una historia de apariciones paranormales en el Madrid de Felipe IV. Es interesante ese afán del rey por querer ver a la reina desnuda y cómo se crea una conjura en palacio para que ello se evite. De no ver desnuda a la reina depende el futuro del Imperio para los inquisidores y la mentalidad de los clérigos de la época», concluyó.
Tras la intervención de algo menos de una hora del periodista y escritor, se procedió a la entrega de los premios que la Asociación de Amigos de la Biblioteca. Estos galardones se postulan con carácter anual a personas de reconocido prestigio que hayan destacado «por su apoyo a nuestra Asociación y a la cultura en general».
La presidenta de la Asociación de Amigos de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, Asunción Huertas Izquierdo, explicó que el premio Paco Aparicio, máximo galardón de estos encuentros, «se instituyó para homenajear a nuestro distinguido socio y antiguo presidente».
En esta edición, el premio ordinario Paco Aparicio recayó sobre las manos de Miguel Larriba Terrel. Los Amigos de la Biblioteca le entregaron su galardón por «su gran contribución y apoyo durante todos los años que ha estado trabajando en esta casa». Además, en esta edición también se ha entregado un título póstumo, bajo el mismo nombre: Paco Aparicio, a Trinidad Duque Melchor, fallecida recientemente y secretaria de la asociación durante varios años.
Para finalizar, se entregaron dos reconocimientos especiales. El primero de ellos al historiador de Torrijos, Julio Longobardo, y el segundo al presidente del Ateneo Científico y Literario de Toledo, Juan José Fernández.