Un episodio de locura parece la explicación más plausible a un estremecedor suceso ocurrido en Recas. Una madre ha arrojado por la ventana de su casa a sus dos hijos pequeños, tras supuestamente haberles maltratado, ante la mirada espantada de vecinos y agentes de la Guardia Civil, para después tirarse ella misma. Estos menores, tras sufrir una caída de unos cinco metros, se encuentran ingresados con lesiones de consideración en la cabeza y otras partes del cuerpo en el Hospital Virgen de la Salud. En el mismo centro se encuentra la madre, con heridas más leves, en calidad de detenida.
La autora de este ataque a sus propios vástagos es una mujer de mediana edad de color y de origen cubano, aunque posee la nacionalidad española. Según cuentan los vecinos, lleva unos años residiendo en un piso situado en la segunda planta de un inmueble de la calle Camino Bajo Los Nuevos de esta localidad sagreña de unos 4.200 habitantes. En este tiempo, no se había ganado el aprecio de la vecindad precisamente por su mal carácter, que la hacía propensa a entablar discusiones por temas nimios. Esta personalidad se fue agriando aún más hace unos meses a raíz de un acontecimiento de su vida privada, la separación de su última pareja. Esta ruptura conyugal, según personas que conocían a esta familia, resultó complicada, hasta el punto de que la mujer habría exigido una orden de alejamiento de su compañero, a fin de impedirle el acceso a los niños: una menor de 13 años, otra de 10 y un niño de sólo un año y medio. Los gritos de la mujer a sus hijos, algunas veces en público, eran un hecho habitual según personas que les conocían
otra hija avisó a las autoridades. La ira injustificada que iba dominando el comportamiento de la madre se desbordó definitivamente ayer lunes día 20. El prólogo lo marcaba las fuertes disputas que la mujer, contratada en un plan de empleo municipal para desempleados, protagonizó con varios compañeros de trabajo. Así lo confirmaba el alcalde de Recas, José López García.
Pero lo peor vino por la tarde, cuando la fémina se encerró con sus hijos y empezó a gritarles y agredirles. La violencia empleada fue tal que la hija mayor escapó hacia el Ayuntamiento para pedir ayuda. Esto hizo que se enviara a una patrulla de la Guardia Civil a la vivienda.
Según explicaron residentes de la zona, cuando los agentes llegaron al portal e intentaban llegar a la vivienda para poner coto al comportamiento agresivo de la madre, ésta reaccionó hecha una fiera. Salió por una ventana profiriendo gritos y efectuando actos excéntricos como quitarse la ropa. Cogiendo desprevenidos a los presentes, lanzó sucesivamente a la niña de 10 años y al niño de año y medio, que cayeron de bruces sobre la acera. Al poco se lanzaba ella misma, siendo inmovilizada y detenida por los agentes. Toda esta secuencia de hechos se desencadenaba minutos antes de las nueve de la noche, momento en que se dio aviso al servicio regional de emergencias 1-1-2. Éste despachó al lugar dos UVI móviles, que evacuaron a los menores, y una ambulancia de soporte vital básico, en la que se trasladó a la madre.
La hija mayor ha sido puesta bajo el cuidado de los servicios sociales.