«Empecé a escribir estos poemas después de visitar repetidas veces la exposición ‘El Greco. Toledo, 1900’, que se celebró hace pocos años en el convento de Santa Fe. Me impactó contemplar a un Greco del que yo no tenía noticia, un Greco de colores intensos, de una enorme potencia plástica a la que yo no estaba acostumbrada. Hasta entonces, las pinturas que yo conocía estaban recubiertas por dos dedos de incienso y otros dos de suciedad».

Cuatro años después de la efímera reapertura de Santa Fe -cuyo empleo expositivo como ampliación del Museo de Santa Cruz volvió a dormir el sueño de los justos después de esa destacable muestra dedicada al Greco, comisariada por Ana Carmen Lavín-, la escritora María Antonia Ricas presenta los poemas inspirados en esa nueva mirada a Domenikos Theotokopoulos, composiciones que ayer fueron presentadas en el Museo del Greco. El poemario El Cretense, publicado por la editorial Celya en colaboración con la Sociedad de Eventos Culturales El Greco, ha reunido las obras de Ricas con once láminas realizadas por PabloSanguino a partir de los poemas de la autora.

A lo largo de sus sesenta y cuatro páginas, este nuevo poemario ahonda en el universo simbólico del pintor. Algunas de las composiciones de Ricas aluden directamente a las pinturas del Greco, mientras que otras se apropian de ellas como excusa para poder expresar sus propias vivencias. María Antonia Ricas da con El Cretense un giro de tuerca con respecto a su último trabajo con la misma editorial, Conectada, que presentó hace alrededor de un año y que indagaba en la lubricidad y las redes sociales.

En esta ocasión, explica, rinde homenaje a un pintor que forma parte del imaginario colectivo de todos los toledanos, «quienes siempre seguiremos llamando ‘Casa del Greco’ al museo instalado en el paseo del Tránsito». Ricas, concretamente, recuerda sus visitas infantiles a aquel espacio cuando allí trabajaba su tía, «que cuando era joven se encargaba de las entradas». Fue en aquella época cuando la autora comenzó a interesarse por el pintor, aunque lo que recuerda «son siempre representaciones apagadas, oscuras y opacas. Un Greco de iglesia. Un Greco sin el sorprendente colorido que pude descubrir en Santa Fe».

El nuevo libro fue presentado por Santiago Palomero, director del Museo Sefardí y exsubdirector de Museos del Ministerio de Cultura.La compositora e intérprete Ana Alcaide fue la encargada de amenizar la llegada de El Cretense con un pequeño concierto.