El desempleo repuntó en Toledo durante el pasado mes de agosto. La cifra de parados inscritos en la oficinas del Servicio Público de Empleo (SEPE) se elevó hasta los 61.409 en la provincia. Esta cifra supone un aumento de 75 personas respecto a julio. La subida del paro, la primera desde el mes de marzo, se gestó principalmente en las localidades toledanas más pobladas. En las ciudades de Toledo, Talavera de la Reina, Illescas y Seseña, las cuatro con un censo más voluminoso, el paro se incrementó en más de 400 personas, por encima del total registrado en la provincia.

Los 75 nuevos parados de la provincia de Toledo representan un leve aumento en términos relativos (0,7%), notablemente inferior al registrado tanto en Castilla-La Mancha (0,9%) como en el conjunto de España (1,5%). El octavo mes se ha cerrado con 1.477 parados más en la región y con una subida de 47.047 desempleados en el ámbito nacional, erigiéndose en el peor agosto desde 2008. Dentro de la comunidad autónoma, sólo Guadalajara registró un descenso en el número de inscritos en las listas del antiguo INEM.

La subida del paro en la provincia ha tenido como protagonistas a los sectores de la construcción y los servicios. Destaca la destrucción de empleo en las actividades relacionadas con la construcción, uno de los ámbitos más castigados por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, pero también uno de los más dinámicos en los años de recuperación. La volatilidad marca la contratación en este sector. La provincia ha perdido 170 puestos de trabajo en el último mes en dicho campo. El sector servicios, por su parte, ha destruido 118 empleos en Toledo durante el recién concluido agosto. El paro también aumentó en el sector secundario: la industria añadió 20 personas a la lista de desempleados.

El sector que enjugó la crecida del paro fue la agricultura. Las 5.500 personas sin empleo anterior que abandonaron el paro durante el transcurso del mes precedente también ayudaron a minimizar los malos datos de las actividades secundarias y terciarias. En el caso del sector primario, la concurrencia de diversas campañas de siembra y recogida animaron la contratación y permitieron mejorar las cifras de desempleo en las localidades menos pobladas de la provincia y, por tanto, más dependientes de la fortaleza del mercado agrícola. El tirón positivo se traduce en la reducción del paro en 175 personas en este sector.