El Greco, el mejor regalo

i. g. villota | TOLEDO
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Sus Altezas Reales eligieron la capital de Castilla-La Mancha para festejar sus diez primeros años de casados, un tiempo que se les ha hecho «muy corto», según comentó ayer el Príncipe a las puertas del Santa Cruz

Don Felipe y doña Letizia saludaron durante unos minutos al público y agradecieron sus muestras de cariño - Foto: David Pérez

igarciavillota@diariolatribuna.com

Cuenca fue el destino elegido por los Príncipes de Asturias para iniciar su luna de miel en 2004. Ayer, en el décimo aniversario de su boda, optaron por Toledo, la capital de Castilla-La Mancha, para festejar sus primeros diez años de amor. Un tiempo que se les ha hecho «muy corto», según comentó don Felipe a las puertas del Museo de Santa Cruz, donde visitaron juntos la exposición ‘El Griego de Toledo’, abierta hasta el próximo 14 de junio.

Letizia dando la mano a una jovenLetizia dando la mano a una joven - Foto: David Pérez Sus Altezas Reales eligieron la muestra como regalo de aniversario y adquirieron las entradas a través de Internet, como unos ciudadanos más, eligiendo las tres de la tarde como hora de visita. Minutos antes llegaron a Toledo, entre una expectación máxima. Aparcaron su coche en las inmediaciones de la Delegación del Gobierno para caminar unos metros hasta llegar al Museo.

Decenas de toledanos y de turistas se agolpaban desde horas antes a las puertas del edificio, entre una nube de periodistas, cámaras de televisión y fotógrafos de diferentes medios locales y nacionales.

Sus Altezas Reales optaron por un look informal para su visita privada. Doña Letizia eligió un pantalón blanco y una gabardina de color gris claro, mientras que el príncipe Felipe vistió pantalón beige y una americana azul marino, además de un fular del mismo color.

Los Principes de Asturias llegaron a las tres de la tarde al Museo de Santa CruzLos Principes de Asturias llegaron a las tres de la tarde al Museo de Santa Cruz - Foto: David Pérez Ambos saludaron durante unos minutos a los ciudadanos, de todas las edades, que se encontraban a las puertas del Museo, agradeciendo constantemente el cariño mostrado y sin parar de dar la mano a todos aquellos que se lo pedían.

Cuando se disponían a cruzar la puerta de entrada, recibieron un libro del Greco como regalo de aniversario de manos de Buenaventura Pérez, una vecina de 72 años de San Pablo de los Montes, seguidora incansable de la Familia Real.

Preguntados por la prensa, don Felipe manifestó que los diez años de casados se les habían hecho muy cortos, además de comentar que tenían muchas ganas de visitar la exposición y que su décimo aniversario era «un muy buen día para hacerlo», todo ello sin soltar la mano de su esposa.

Decenas de toledanos y de turistas se agolparon a las puertas del Museo, así como numerosos medios de comunicaciónDecenas de toledanos y de turistas se agolparon a las puertas del Museo, así como numerosos medios de comunicación - Foto: David Pérez

Solos y con audioguías. En la puerta, fueron recibidos por el director general de la Fundación El Greco 2014, Jesús Carrobles, así como por el director del Santa Cruz. Sin embargo, optaron por realizar la visita los dos solos, sin cicerone oficial, aunque con las audioguías que pone el Museo a disposición de sus visitantes.

Poco más de una hora estuvieron dentro del edificio, donde el heredero se interesó especialmente por el cuadro de ‘La dama del Armiño’, ubicado en la segunda sala del espacio expositivo.

Tras contemplarla por primera vez, el príncipe decidió volver sobre sus pasos para disfrutar nuevamente de la obra. Realizaron el recorrido muy tranquilos, a su aire, aunque se pararon a saludar a aquellas personas con las que compartieron sala y que se interesaron por ellos.

¿Un pintor interesado por la religión? Al finalizar la visita,  doña Letizia preguntó al director general de la Fundación si el cretense era un artista interesado por la religión, además de departir sobre las características principales de su pintura.

Tras despedirse de los trabajadores del Museo, los príncipes salieron de la mano y volvieron a atender a las preguntas de la prensa mostrándose encantados con la exposición y manifestando su intención de volver pronto a Toledo. «¿Van a volver pronto?», les preguntaba una periodista, que recibió como respuesta un «sí» de doña Letizia.

Tras pararse unos instantes, ambos continuaron caminando de la mano hasta llegar a su coche, que se encontraba aparcado en la calle Cervantes, y que condujo don Felipe.