La llegada de Pablo Casado a la Presidencia del PP ha supuesto un cambio en el partido. No solo de caras. Y es que, según recalcó ayer el vicesecretario de Organización de la formación, Javier Maroto, la nueva dirección del bloque conservador está «totalmente desvinculada» de las tramas de corrupción que han afectado a los populares en el pasado. «Hemos pasado página por completo», enfatizó.

Así lo aseveró el también diputado, en un momento en el que están pendientes de juzgarse casos tan relevantes que han tocado de lleno a Génova 13, como la segunda parte del caso Gürtel, el de la destrucción de los ordenadores del extesorero Luis Bárcenas, los llamados papeles de Bárcenas, la Púnica o la Lezo.

El número tres del principal grupo de la oposición aseguró que hubo «algunos sinvergüenzas» que estuvieron en el partido, pero la nueva cúpula -que llegó hace apenas tres semanas- no tiene nada que ver con «todo aquello» y no tiene que estar «sometida a las dificultades y a los inconvenientes de ese pasado» que, según indicó, «reprueban» y no les «vincula». 

«La nueva dirección del PP por fin y con una sonrisa en la boca vamos a poder hacer lo que llevábamos mucho tiempo queriendo hacer y es mirar para atrás y decir ‘no tenemos nada que ver con estas personas, que los juzguen, que paguen las penas convenientes’, en un momento en el que el Partido Popular ha pasado página por completo», abundó. 

Maroto subrayó que el bloque conservador puede hacer ahora «ese discurso desde el convencimiento» de que están «desvinculados» de esos supuestos judiciales. «Y creo que era necesario que entrase oxígeno también en este ámbito en el PP, con un presidente que, como él mismo recordaba, estaba en COU cuando estas pesonas estaban haciendo de las suyas», manifestó.