«Emiliano es un político nacional, con dedicación regional»

J. Monroy
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Gregorio Marañón destaca las grandes dotes como político y como gestor del presidente regional, así como su constante exposición y cercanía a los ciudadanos

anto el presidente regional, Emiliano García-Page, como Gregorio Marañón y Bertrán de Lis coincidían ayer en que han vivido momentos de enfrentamiento, en los que no han estado tan de acuerdo. Es quizás por eso, apuntaron ambos, que ahora puedan ser muy amigos. Marañón presentaba ayer a García-Page en el Desayuno Informativo organizado por La Tribuna y el Banco Sabadell.

En su perfil, Marañón recordó que García-Page, con cincuenta años, es licenciado en Derecho «con un intachable título de la Universidad de Castilla-La Mancha». También lleva veinticinco años sin dejar de enlazar consejerías de Gobierno, mandatos de alcalde y mandatos de presidente regional, «demostrando en todas estas posiciones sus grandes dotes como político, pero también como gestor público». Finalmente, el presidente «es un político de proyección nacional, pero con una dedicación exclusiva a su región», algo que Marañón se lo agradeció como toledano. Ejemplo de esto es la declaración firmada con los presidentes de Galicia, Asturias, La Rioja, Aragón y Castilla y León, reclamando un sistema de financiación sin privilegios para ninguna autonomía, «un acto de política nacional y de ese consenso interpatidista que resulta imprescindible para abordar los principales problemas que España tiene planteados, pero Emiliano ha firmado este escrito con la mirada puesta exclusivamente en los intereses de Castilla-La Mancha».

Presentar a García-Page, apuntaba Marañón, parece una «misión imposible», dado que es muy conocido ya, «pues una de sus cualidades es, sin duda, la de no esconderse, la de asumir las ventajas y el coste de una permanente exposición ante los ciudadanos, a lo que añade, además, su extraordinaria capacidad para transmitir, además, una cercanía muy personal». Desde su independencia y sus propias posiciones en la sociedad civil, Marañón presume de ser amigo del presidente. Y aunque no siempre hayan estado de acuerdo, «pero siempre he encontrado en ti lo contrario a ese sectarismo desafortunadamente tan en boga, o de ese sectarismo que suele acompañar a quienes ostentan posiciones de poder». Porque «en efecto, Emiliano posee ese gesto, esa cualidad, tan liberal, de respetar al que piensa de otra manera».

Haciendo memoria, Gregorio Marañón recordó cuando en 2009 manifestó su deseo de que Toledo fuera en 2014 «la verdadera capital cultural de Europa» y liderara el IV Centenario del Greco. Sin García-Page y sus colaboradores, «no habríamos conseguido lo que logramos» cinco años más tarde.

Además, Marañón destacó la ejemplaridad del editor de las tribunas, Antonio Miguel Méndez Pozo, y de sus medios de comunicación.