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La alarma social y las medidas adoptadas tras desatarse en Toledo el primer caso de rabia canina en España desde 1978 continúan sucediéndose. La mañana de ayer el Partido Animalista (Pacma) en la provincia de Toledo propuso vacunar a todos los animales callejeros de la ciudad y darlos en adopción para «evitar el exterminio» y solucionar así el problema aparecido tras el ataque de una perra afectada con la rabia que atacó a varias personas, perros, gatos callejeros y gallinas en la capital regional el pasado 1 de junio. Así lo explicó una de las portavoces del colectivo, Silvia Barquero.
Pacma presentó la mañana de ayer un recurso de alzada por vía administrativa a la resolución de la Consejería de Agricultura que, a su juicio, «ordena la caza y sacrificio de animales que puedan ser sospechosos de tener rabia». «Creemos que el caso les ha servido para dar carta blanca y eliminar a los animales callejeros en lugar de haberse preocupado por controlar la situación antes».
Barquero explicó que el recurso va acompañado de un informe de siete veterinarios -de diferentes zonas del país- que explica la dificultad de determinar si un animal tiene la rabia o no. No en vano, detalló que para ello es necesario elaborar un informe veterinario. Mientras tanto, denunció que la intención de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha «es no hacerlo así y simplemente acabar con todos los animales abandonados».
Barquero apuntó que el colectivo tiene claro cómo hay que actuar respecto a este asunto: lo primero es realizar un informe clínico a los animales callejeros, determinar si están infectados o no, vacunarlos y, posteriormente, dar en adopción a aquellos que estén bien. «No es necesario sacrificar a animales sanos. De hecho es una aberración», denunció.
Y es que, desde Pacma tienen claro que el objetivo de la Administración actualmente es crear «alarma social». Añaden que este es «el primer caso en 30 años de rabia», se trata de un hecho aislado y la gestión realizada por el Gobierno «no está siendo el adecuado en este asunto».
En cualquier caso, los ‘animalistas’ consideran que las cosas «no se han hecho bien nunca en Castilla-La Mancha» en materia de protección animal, algo que «debe cambiar».