Nuevo reencuentro Beato-Mota, en Linares

J. Monroy
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Los artistas toledanos desembarcan en una novedosa galería de gran espacio en un polígono industrial, en el que se está tratando de promocionar el arte contemporáneo

Nuevo reencuentro Beato-Mota, en Linares

Beato y Mota se siguen reencontrando por España. Si en septiembre lo hicieron en la Casa de Vacas del madrileño Retiro, estos dos artistas toledanos repitieron ayer en el Espacio de Arte de Gourmet Cazorla en Linares. Se trata de un nuevo punto convergente en estas dos vidas y trayectorias paralelas, donde ofrecerán un repaso a su trayectoria artística en obras de gran formato. Curiosamente, no fue la única exposición colectiva que inauguraba Beato este viernes, dado que también participa en la muestra 10x10. Encuentro visual de arte contemporáneo España y Argentina’, en San Marcos.

Tan toledana muestra abrió en el Espacio de Arte de Gourmet Cazorla en Linares, en un acto que contó con la presencia de unas trescientas personas, entre ellas, el alcalde de la localidad, Julio Fernández, y el director de la Galería, Eduardo Palomares. Se trata, apunta Beato, de un espacio de arte en un polígono industrial, cedido por la empresa Gourmet Cazorla a Pomares, como mecenas, para promocionar el arte moderno; un espacio «enorme», de más de trescientos metros, propicio para estas obras de gran tamaño. Beato y Mota son los segundos, tras Ripollés, en llegar a este lugar.

Historia de dos artistas. Fue en el año 1971, quiere recordar Juan Mota, cuando comenzó su amistad con Eduardo Sánchez-Beato. Entonces empezaba su andadura artística. Trabajaban juntos y juntos fundaron el Grupo Tolmo, hoy tristemente desaparecido. Después, aunque han seguido llevándose muy bien, llegaron a perder el contacto. El siguiente encuentro se produjo en la exposición en la Casa de Vacas. Ahora se repite en Linares

Mota lleva alrededor de cuarenta obras, entre esculturas y pinturas. Si su trayectoria artística comenzó con esculturas y grabados, obras constructivistas, a los que en los últimos años ha añadido la pintura, que es la obra más reciente que aportará a la muestra. También hay esculturas, por supuesto, algunas muy altas, adecuadas a la sala, que se verán beneficiadas de la luz cenital. Beato, por su parte, aporta 25 piezas, alguna de ellas de gran formato. Como ya hiciera en Madrid, está aprovechando las grandes medidas para mostrar al público obras que habría sido muy difícil exponer previamente. El suyo es un repaso a toda su trayectoria artística, con obras como las ya vistas en el Santa Cruz en Toledo, que no han llegado a la capital por el tamaño de las galerías, y también alguna novedad.