Luz Casal quita las prisas a los toledanos

L.G.E
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La cantante gallega jugó anoche en su concierto con un público acelerado en los estribillos. Aunque inyectó dosis rock trayendo temas nuevos y recuperando 'Loca' y 'Rufino', para la traca final encadenó cinco temas pausados y sentidos

En una entrevista a La Tribuna hace diez días, Luz Casal aconsejaba aprovechar la vida y «no necesariamente correr más y tener más». Ayer por la noche consiguió pausar a un público toledano acelerado al que implicó haciéndole cantar  el estribillo de ‘Un nuevo día brillará’. La primera vez, como manda la tradición de los conciertos, le sonó flojo al artista. «No está mal, pero podría estar mejor», reconoció. En la segunda, la mayor parte de los asistentes se aceleró y media plaza de toros se fue de tempo. «No tengáis prisa», aconsejó Luz. Y así consiguió que el público se relajara y navegara por la cadencia de su canción.

Fueron varias las ocasiones en las que la cantante gallega jugó con un público que se adelantaba en los estribillos. Lo hizo con ‘Lo eres todo’ dejando un suspenso entre la «noche» y el «día» o haciendo un parón antes de entonar el último «año de amor», un parón en el que dio tiempo al público a cantarlo y reírse a coro de haberse precipitado.

Luz Casal también se mostró pausada en sus discursos. No grita un ‘Buenas noches Toledo’ como si estuviera soltando adrenalina. Cuando habla lo hace para explicar. Confies que  lo que busca conseguir con sus conciertos es que el público se lleve un buen recuerdo. Algo que para ella es el mejor aplauso.

Eso no quiere decir que no agradeciera los aplausos. Una de las ovaciones de la noche se la llevó al terminar de rodillas ‘Besaré el suelo’. También se llevó un aplauso por abrir su corazón al contar por qué sintió que tenía que escribir la canción de ‘Lucas’, un niño que murió y al que su amiga le seguía escribiendo cartas. Los músicos de la banda también se llevaron su reconocimiento sobre todo con la prolongación instrumental de ‘La única verdad’, una de las joyas del nuevo álbum. Uno de los artífices de un guitarreo que fue hipnótico es toledano: Borja Montenegro.

Luz Casal abrió una puerta de la plaza de toros para que pasara el rock con temas nuevos de su último disco como ‘Tanto Ruido’ y ‘Que corra el aire’, con el que abrió el concierto sacando un abrigo (y eso que a las die z y media todavía hacía mucho calor en Toledo). No se dejó temas tan míticos como ‘Plantado en mi cabeza’, con el que se puso el pie de micro por montera o ‘Loca’, donde demostró que sigue en forma para dar golpes de melena. También recuperó ‘Rufino’, con baile de pingüino incluido.

Pero para la traca final se reservó cinco temas pausados y sentidos, en los que bajó las revoluciones al público y demostró que hay pocas voces capaces de transmitir tanto. Encadenó la que considera que es su «canción de amor»: ‘Lo eres todo’,  con ‘Piensa en mí’ y ‘Un año de amor’. Para el segundo bis siguió con ‘Morna’, de su último discto, que es todo un hallazgo con ritmos caboverdianos y aire de nostalgia que se ajusta perfectamente a su voz. ‘Morna’ aguantó el tipo  entre el ‘sandwich’ de temazos del final. Porque cerró con su versión de ‘Amores’, una canción de Mari Trini, cuya imagen proyectó en el fondo del escenario. «No quiero que se olvide nadie de ella», expresó. Ya lo había avisado antes: lo bueno de la vida se fija en los recuerdos. Para que no se escapen a veces hay que pisar el freno. Con su concierto logró que muchos toledanos salieran de la plaza de toros con menos prisas que con las que entraron.