La Administración tiene estas cosas. Al eslogan de ‘vuelva usted mañana’ con que la distinguió Larra habría que añadirle un ‘pero vuelva’ para explicar cosas como que a una empresa le llegue un requerimiento dos años después de su cierre. Esto ha ocurrido con la desparecida empresa de puertas  Visel de  Villacañas.

El Diario Oficial de la región publicaba el pasado martes una resolución de la Dirección General de Calidad e Impacto Ambiental en la que se notificaba a Visel el requerimiento de que presentara un informe base para conceder una autorización ambiental integrada para su instalación de fabricación y barnizado de puertas de madera.

El hecho de que se fuera preciso publicar la notificación en la gaceta regional por no poder practicarse la notificación en la última dirección conocida de la empresa podía haber alertado a alguien, pero se ha optado por seguir el procedimiento más allá del fin de la empresa.

Lo cierto es que la fábrica villacañera ponía fin a su producción  para ser liquidada en marzo de 2011, tras un proceso concursal iniciado tres años antes. Visel fue en su momento una de las empresas emblemáticas del ramo de puertas villacañero, al alcanzar los 700 operarios en 2007.