Quedan poco más de cien días para las elecciones municipales autonómicas y eso son más de tres meses de trabajo hasta agotar la legislatura, en los que arrancarán varias obras, algunas de ellas muy relevantes para el futuro de la ciudad, que aún quedan en cartera. En estos cuatro años se han ejecutado más de 50 intervenciones en la ciudad. Así lo destaca la concejala de Obras y Servicios Públicos Medioambientales, Noelia de la Cruz, sin duda una de las que mayor volumen de trabajo ha tenido en este periodo. Proyectos que se han ejecutado con cargo a las inversiones ordinarias pero sobre todo con los superávit y remanentes anuales.
La edil apunta a la obra del paseo Federico García Lorca, en el Polígono, como una de las más relevantes, no solo por un presupuesto, que rondó el millón de euros, sino también porque se cumplía una demanda vecinal, hostelera, comercial y política desde hace años. En concreto desde prácticamente cuando se acabó la anterior remodelación del paseo, en 2009, una obra que no gustó a nadie y que solo ha dado problemas en la ciudad.
De la Cruz también se acuerda de la remodelación de la avenida de la Reconquista, con una actuación en más de 25.000 metros cuadrados de vía pública. El proyecto salió a licitación por 700.000 euros pero se adjudicó por una cantidad menor, aunque ha sido uno de los más caros de la legislatura. La obra ha renovado la iluminación, cambiado el pavimento, ensanchado la mediana y renovado los alcorques y losetas. La oposición y algunos comerciantes se quejan de que el asfalto se está parcheando apenas unas semanas después de la inauguración, así como las losetas.
También importante ha sido la creación de una nueva plaza pública, de unos mil metros cuadrados, en el entorno de Safont. Una actuación que servirá de antesala al nuevo ferial, proyectado en el parque de Safont, y de conexión peatonal entre el remonte mecánico y la estación de autobuses. La obra superó el medio millón de euros y se inauguró recientemente.
Precisamente la primera fase de nuevo ferial de Safont es una de las obras que aún no ha arrancado, pese a estar adjudicada y firmado el contrato. Se hará «en breve» y con una mejora en el proyecto al tratarse de una intervención de ciudad, quizá la que tendrá una repercusión mayor en el tiempo. Hay que tener en cuenta que la intervención tiene un plazo de ejecución de cuatro meses y que será importante ponerla en marcha cuanto antes si se quiere llegar al mes de agosto con la feria allí en lugar de en La Peraleda.
Otra intervención clave para la ciudad será la renovación de las calles del entorno de la cuesta de Carlos V, renovada en esta legislatura. Los alrededores del Alcázar, en concreto las losetas de pavimento, ofrecen una imagen deplorable, por el tránsito constante de vehículos pesados a su alrededor. La alcaldesa se comprometió a mejorar esta zona y parece que será muy pronto cuando presente el proyecto de ejecución, aunque el frío invierno no suele ser la mejor época para actuar en pavimentos, como se ha detectado con el plan de asfaltado que llegó a 58 calles toledanas entre 2017 y 2018.
Otras tres intervenciones que arrancarán antes de final de legislatura, indica la edil de Obras, son en el Casco histórico y están a la espera de la documentación de la Comisión Especial de Patrimonio. Tienen el visto bueno de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha pero no se puede intervenir sin toda la documentación. Estas son el arreglo de la cuesta de los Desamparados en Antequeruela, la bajada del Potro y la mejora de accesibilidad en la bajada de San Juan de los Reyes.
Las obras con cargo a los presupuestos participativos también se podrán abordar antes de mayo, comenta De la Cruz, dado que actualmente están a la espera de la firma de los coordinadores.